Las Buenas Noticias según Mateo 24:1-51

24  Cuando Jesús iba saliendo del templo, sus discípulos se le acercaron y le señalaron los edificios del templo.  Entonces, él les dijo: “¿Ven todas estas cosas? Les aseguro que de ninguna manera va a quedar aquí piedra sobre piedra. Todo será demolido”.+  Mientras él estaba sentado en el monte de los Olivos,+ los discípulos se le acercaron en privado y le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo pasarán esas cosas, y qué señal habrá de tu presencia+ y de la conclusión del sistema?”.+  Jesús les contestó: “Tengan cuidado. Que nadie los engañe,*+  porque van a venir muchos usando mi nombre y diciendo ‘Yo soy el Cristo’, y engañarán a mucha gente.+  Ustedes oirán de guerras y noticias de guerras. Cuidado, no se alarmen, porque estas cosas tienen que suceder, pero todavía no es el fin.+  ”Porque peleará nación contra nación y reino contra reino,+ y habrá hambre+ y terremotos en un lugar tras otro.+  Todo esto es el principio de grandes sufrimientos.  ”Entonces los perseguirán*+ y los matarán,+ y todas las naciones los odiarán por causa de mi nombre.+ 10  Y entonces muchos perderán la fe, se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. 11  Aparecerán muchos falsos profetas que engañarán a mucha gente+ 12  y, al aumentar la maldad, se enfriará el amor de la mayoría.+ 13  Pero el que aguante hasta el fin será salvado.+ 14  Y las buenas noticias del Reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones,+ y entonces vendrá el fin. 15  ”Por lo tanto, cuando vean la cosa repugnante y devastadora, de la que habló el profeta Daniel, de pie en un lugar santo+ (que el lector tenga discernimiento), 16  entonces los que estén en Judea, que huyan a las montañas.+ 17  El que esté en la azotea, que no baje a su casa a sacar sus cosas, 18  y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto.*+ 19  ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o amamantando en esos días!+ 20  Oren vez tras vez para que no tengan que huir en invierno o en sábado. 21  Porque entonces habrá una gran tribulación.*+ Desde el principio del mundo hasta ahora, no ha habido una tribulación igual, y nunca más la habrá.+ 22  De hecho, si ese tiempo no se acortara, nadie* se salvaría; pero por causa de los escogidos ese tiempo será acortado.+ 23  ”Entonces, si alguien les dice ‘¡Miren, el Cristo está aquí!’+ o ‘¡Está allá!’, no lo crean.+ 24  Porque se presentarán falsos cristos y falsos profetas,+ y harán grandes milagros* y cosas impresionantes* para engañar,+ de ser posible, hasta a los escogidos. 25  Miren que los he avisado de antemano. 26  Por eso, si les dicen ‘¡Miren, está en el desierto!’, no vayan; si les dicen ‘¡Miren, está en las habitaciones de la casa!’, no lo crean.+ 27  Porque, así como el relámpago sale del este y resplandece hasta el oeste, así será la presencia del Hijo del Hombre.+ 28  Donde esté el cadáver, ahí se juntarán las águilas.+ 29  ”Inmediatamente después de la tribulación de esos días, el sol se oscurecerá,+ la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.+ 30  Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre y todos los pueblos* de la tierra se golpearán el pecho de dolor+ y verán al Hijo del Hombre+ viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.*+ 31  Y él enviará a sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y ellos reunirán a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.+ 32  ”Aprendan de esta comparación con la higuera. En cuanto su rama nueva se pone tierna y echa hojas, ustedes saben que el verano está cerca.+ 33  Lo mismo ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas.+ 34  Les aseguro que esta generación de ningún modo desaparecerá hasta que sucedan todas estas cosas. 35  El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.+ 36  ”Ahora bien, el día y la hora no los sabe nadie,+ ni los ángeles de los cielos ni el Hijo; solo el Padre.+ 37  Porque, tal como eran los días de Noé,+ así será la presencia del Hijo del Hombre.+ 38  Porque en aquellos días antes del Diluvio la gente comía y bebía, los hombres se casaban y a las mujeres las entregaban en matrimonio... hasta el día en que Noé entró en el arca;+ 39  y no hicieron caso hasta que vino el Diluvio y los barrió a todos.+ Así será en la presencia del Hijo del Hombre. 40  Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado. 41  Dos mujeres estarán moliendo con el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada.+ 42  Así que estén siempre vigilantes, porque no saben en qué día viene su Señor.+ 43  ”Tengan en cuenta una cosa: si el dueño de una casa supiera en qué momento de la noche* va a venir el ladrón,+ se quedaría despierto y no permitiría que se metiera en su casa.+ 44  Por eso ustedes también estén preparados,+ porque el Hijo del Hombre viene a la hora en que menos se lo esperan. 45  ”¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para darles su alimento al tiempo debido?+ 46  ¡Feliz ese esclavo si su amo, cuando venga, lo encuentra haciendo eso!+ 47  Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. 48  ”Pero, si ese esclavo resulta ser malo y alguna vez dice en su corazón ‘Mi amo está tardando’+ 49  y se pone a golpear a sus compañeros y a comer y beber con los borrachos empedernidos, 50  el amo de ese esclavo vendrá un día en que él no lo espera y a una hora que él no sabe,+ 51  y le dará el peor de los castigos y lo pondrá con los hipócritas. Ahí es donde llorará y apretará los dientes.+

Notas

O “desvíe”, “extravíe”.
Lit. “los entregarán a tribulación”.
O “prenda de vestir exterior”.
O “gran angustia”.
Lit. “ninguna carne”.
Lit. “señales”.
O “prodigios”.
Lit. “todas las tribus”.
O quizás “con gran poder y gloria”.
Lit. “qué vigilia”.

Notas de estudio

les aseguro. El término griego amḗn —transliteración de la palabra hebrea ʼamén— significa ‘así sea’ o ‘seguro’. Jesús lo dijo con frecuencia para introducir una declaración, una promesa o una profecía; así destacaba que lo que decía era totalmente cierto y confiable. Se dice que en la literatura sagrada nadie ha usado esta expresión como lo hizo Jesús. Cuando la palabra aparece dos veces seguidas (amḗn amḗn), la expresión de Jesús se traduce como “de verdad les aseguro”. Este es el caso en todo el Evangelio de Juan. Ver la nota de estudio de Jn 1:51.

Les aseguro. Ver la nota de estudio de Mt 5:18.

de ninguna manera va a quedar aquí piedra sobre piedra. La profecía de Jesús se cumplió de un modo notable en el año 70 de nuestra era, cuando los romanos destruyeron Jerusalén y su templo. Aparte de una sección de la muralla y tres torres, la ciudad fue completamente arrasada.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. La palabra griega que se usa aquí (télos) es diferente de la palabra griega que se traduce “conclusión” (syntéleia) en Mt 24:3. Ver la nota de estudio de Mt 24:3 y el glosario, conclusión del sistema.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. Ver las notas de estudio de Mt 24:3, 6.

monte de los Olivos. Estaba ubicado al este de Jerusalén y separado de la ciudad por el valle de Cedrón. Desde este punto elevado, Jesús y sus discípulos “Pedro, Santiago, Juan y Andrés” (Mr 13:3, 4) podían ver la ciudad y su templo.

presencia. La palabra griega parousía (que en muchas traducciones se vierte como “venida”) significa literalmente ‘estar junto a’. No se refiere simplemente a una llegada o venida, sino a una presencia que abarca un periodo de tiempo. Este significado de parousía se señala en Mt 24:37-39, donde se compara “la presencia del Hijo del Hombre” con “los días de Noé, [...] antes del Diluvio”. En Flp 2:12, Pablo usó esta palabra griega para hablar de su “presencia” en contraste con su “ausencia”.

conclusión. Traducción de la palabra griega syntéleia, que significa ‘fin conjunto’ o ‘fin en combinación’ (Mt 13:39, 40, 49; 28:20; Heb 9:26). Se refiere al periodo de tiempo en el que una combinación de acontecimientos llevaría al “fin” definitivo que se menciona en Mt 24:6, 14. Allí se usa una palabra griega diferente, télos. Ver las notas de estudio de Mt 24:6, 14 y el glosario, conclusión del sistema.

del sistema. O “de la era”. Aquí la palabra griega aiṓn se refiere a la situación mundial o a las características que distinguen un tiempo, una época o una era en particular. Ver glosario, sistema(s).

el Cristo. En griego, ho Khristós. La expresión “el Cristo” es equivalente a “el Mesías” (que viene de la palabra hebrea mashíaj). Los títulos Cristo y Mesías significan ‘ungido’. Según el historiador judío Josefo, en el siglo primero de nuestra era surgieron algunos que afirmaban ser profetas o libertadores y que prometían acabar con la opresión romana. Sus seguidores quizá los consideraban mesías políticos.

conclusión. Traducción de la palabra griega syntéleia, que significa ‘fin conjunto’ o ‘fin en combinación’ (Mt 13:39, 40, 49; 28:20; Heb 9:26). Se refiere al periodo de tiempo en el que una combinación de acontecimientos llevaría al “fin” definitivo que se menciona en Mt 24:6, 14. Allí se usa una palabra griega diferente, télos. Ver las notas de estudio de Mt 24:6, 14 y el glosario, conclusión del sistema.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. La palabra griega que se usa aquí (télos) es diferente de la palabra griega que se traduce “conclusión” (syntéleia) en Mt 24:3. Ver la nota de estudio de Mt 24:3 y el glosario, conclusión del sistema.

en toda la tierra habitada [...] a todas las naciones. Ambas expresiones destacan el alcance de la predicación. En sentido amplio, la palabra griega que se traduce “tierra habitada” (oikouménē) se refiere a la tierra como el lugar en donde viven los seres humanos (Lu 4:5; Hch 17:31; Ro 10:18; Ap 12:9; 16:14). En el siglo primero de nuestra era, se usaba para referirse al extenso territorio del Imperio romano, por donde los judíos habían sido dispersados (Lu 2:1, nota; Hch 24:5). Por otra parte, la palabra griega que se traduce como “nación” (éthnos) se refiere en sentido general a un grupo de personas más o menos relacionadas entre sí por lazos de sangre y que tienen el mismo idioma. Tal nación o grupo étnico a menudo ocupa un territorio geográfico definido.

peleará. Lit. “se levantará”. O “será agitada”, “será despertada”. Aquí la palabra griega comunica la idea de ‘actuar con hostilidad’ y puede traducirse también como “levantarse en armas” o “ir a la guerra”.

nación. La palabra griega éthnos tiene un significado amplio. Puede referirse a las personas que viven dentro de las mismas fronteras políticas o geográficas, como las de un país. También puede aludir a un grupo étnico. Ver la nota de estudio de Mt 24:14.

grandes sufrimientos. La palabra griega se refiere literalmente al intenso dolor que sufre una mujer cuando va a dar a luz. Aquí se refiere a la angustia, el dolor y el sufrimiento en términos generales. Pero quizá también da a entender que, como los dolores de parto, los problemas y el sufrimiento predichos aumentarían en frecuencia, intensidad y duración durante el tiempo que precedería a la gran tribulación de la que habla Mt 24:21.

nombre. Es decir, el nombre personal de Dios, representado por las cuatro letras hebreas יהוה (YHWH) y que por lo general se traduce “Jehová” en español. En la Traducción del Nuevo Mundo, el nombre aparece 6.979 veces en las Escrituras Hebreas y 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas (para obtener información sobre el uso del nombre divino en las Escrituras Griegas Cristianas, ver apén. A5 y apén. C). En la Biblia, el término nombre a veces también alude a la persona misma, su reputación y todo lo que ella dice ser. Comparar con Éx 34:5, 6; Ap 3:4, nota.

Por causa de mi nombre. En la Biblia, el término nombre a veces se refiere a la propia persona que lo lleva, a su reputación y a todo lo que la persona representa (ver la nota de estudio de Mt 6:9). En el caso de Jesús, su nombre también se refiere a la autoridad y el puesto que su Padre le ha dado (Mt 28:18; Flp 2:9, 10; Heb 1:3, 4). En este versículo Jesús explica por qué el mundo maltrataría a sus discípulos: “Porque no conocen al que me envió”. Si conocieran a Dios, entenderían y reconocerían lo que representa el nombre de Jesús (Hch 4:12). Entre otras cosas, representa su puesto como gobernante nombrado por Dios, es decir, como Rey de reyes, ante quien todos deben inclinarse en muestra de sumisión para obtener la vida (Jn 17:3; Ap 19:11-16; comparar con Sl 2:7-12).

por causa de mi nombre. En la Biblia, el término nombre a veces se refiere a la propia persona que lo lleva, a su reputación y a todo lo que la persona representa (ver la nota de estudio de Mt 6:9). En el caso de Jesús, su nombre también se refiere a la autoridad y el puesto que su Padre le ha dado (Mt 28:18; Flp 2:9, 10; Heb 1:3, 4). En este versículo, Jesús explica que la gente odiaría a sus seguidores por lo que su nombre representa: su puesto como gobernante nombrado por Dios, es decir, como Rey de reyes, ante quien todos deben inclinarse en muestra de sumisión para obtener la vida. Ver la nota de estudio de Jn 15:21.

esto se convirtió en un obstáculo para que creyeran en él. O “empezaron a tropezar por causa de él”. En este contexto, la palabra griega skandalízō se refiere a tropezar en sentido figurado. Así que esta oración podría traducirse como “se sintieron ofendidos por él”, o también como “se negaron a creer en él”. En otros contextos, la palabra original griega incluye la idea de caer en el pecado o hacer que alguien caiga en el pecado. Ver la nota de estudio de Mt 5:29.

cosas que hacen tropezar. La palabra griega skándalon se ha traducido como “cosa que hace tropezar”, “obstáculo”, “estorbo” o “tropiezo”. Se considera que originalmente se refería a una trampa; algunos piensan que era la varita en donde se ponía el cebo en una trampa. De un modo más amplio, pasó a aludir a cualquier obstáculo que pudiera hacer tropezar o caer a alguien. En sentido figurado, se refiere a acciones o circunstancias que llevan a una persona por mal camino, que la hacen tropezar o caer en sentido moral, o que la hacen pecar. En Mt 18:8, 9, el verbo relacionado skandalízō, traducido como “hacer tropezar”, puede también traducirse como “convertirse en una trampa” o “hacer pecar”.

perderán la fe. O “sufrirán tropiezo”. En las Escrituras Griegas Cristianas, la palabra griega skandalízō significa ‘tropezar’ en sentido figurado. Esto puede incluir tanto caer en el pecado como hacer que otros pequen. En el uso bíblico, el pecado puede ser violar una de las leyes de Dios sobre la moralidad, perder la fe o aceptar enseñanzas falsas. En este contexto, este término también se puede traducir como “fallarán” o “dejarán de creer en mí”. También puede tener el sentido de ‘ofenderse’. Ver las notas de estudio de Mt 13:57; 18:7.

maldad. La palabra griega traducida aquí “maldad” transmite la idea de violar y despreciar las leyes, de actuar como si no hubiera ley. En la Biblia, indica desprecio por las leyes de Dios (Mt 7:23; 2Co 6:14; 2Te 2:3-7; 1Jn 3:4).

la mayoría. No se refiere simplemente a “muchos” en sentido general, como lo traducen algunas Biblias, sino a “la mayoría” de los que han sido influenciados por los “falsos profetas” y la “maldad” que se mencionan en Mt 24:11, 12.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. La palabra griega que se usa aquí (télos) es diferente de la palabra griega que se traduce “conclusión” (syntéleia) en Mt 24:3. Ver la nota de estudio de Mt 24:3 y el glosario, conclusión del sistema.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. Ver las notas de estudio de Mt 24:3, 6.

el que aguante. O “el que haya aguantado”, “el que haya perseverado”. El verbo griego que se traduce “aguantar” (hypoménō) significa literalmente ‘permanecer o quedarse bajo una carga’. Con frecuencia se usa con el sentido de ‘quedarse en un lugar sin abandonarlo’, ‘perseverar’ o ‘permanecer firme’ (Mt 10:22; Ro 12:12; Heb 10:32; Snt 5:11). En este contexto, se refiere a seguir comportándose como un discípulo de Cristo sin rendirse ante la oposición ni las pruebas (Mt 24:9-12).

fin. Ver las notas de estudio de Mt 24:6, 14.

Reino. Esta es la primera vez que aparece la palabra griega basiléia, que se refiere al gobierno de un rey, así como al territorio y a los pueblos que están bajo su dominio. De las 162 veces que se usa esta palabra en las Escrituras Griegas Cristianas, 55 se hallan en el relato de Mateo, y la mayoría de ellas aluden al gobierno celestial de Dios. Mateo emplea este término con tanta frecuencia que a su libro se lo podría llamar el Evangelio del Reino. Ver glosario, Reino de Dios.

las buenas noticias. O “las buenas nuevas”. Esta es la primera vez que aparece la palabra griega euagguélion, que se traduce como “evangelio” en muchas Biblias en español. Un término griego relacionado, euagguelistḗs, traducido como “evangelizador”, significa ‘predicador de las buenas noticias’ (Hch 21:8; Ef 4:11, nota; 2Ti 4:5, nota).

del Reino de Dios. A lo largo de las Escrituras Griegas Cristianas, las buenas noticias se relacionan estrechamente con el Reino de Dios, que fue el tema de la predicación y las enseñanzas de Jesús. La expresión “Reino de Dios” aparece 32 veces en el Evangelio de Lucas, 14 veces en el Evangelio de Marcos y 4 veces en el Evangelio de Mateo. Sin embargo, Mateo utilizó la expresión sinónima, “Reino de los cielos”, unas 30 veces. Ver las notas de estudio de Mt 3:2; 24:14; Mr 1:15.

predicar. La palabra griega básicamente significa ‘proclamar como heraldo’. Destaca la manera como se hace la proclamación: por lo común, de forma abierta y pública para que todo el mundo la oiga, más bien que con un sermón a un grupo limitado de personas.

mis testigos. Como eran judíos fieles, los primeros discípulos de Jesús ya eran testigos de Jehová y daban testimonio de que Jehová es el único Dios verdadero (Is 43:10-12; 44:8). Sin embargo, ahora iban a ser testigos no solo de Jehová, sino también de Jesús. Darían a conocer el papel clave que desempeñaría Jesús en la santificación del nombre de Jehová mediante su Reino mesiánico, que sería un nuevo rasgo del propósito de Dios. A excepción del Evangelio de Juan, el libro de Hechos emplea más que ningún otro libro bíblico las palabras griegas para “testigo” (mártys), “dar testimonio” (martyréō), “dar testimonio completo” (diamartýromai) y otros términos relacionados (ver la nota de estudio de Jn 1:7). La idea de ser un testigo y dar testimonio completo de los propósitos de Dios —que incluyen su Reino y el papel fundamental de Jesús— se repite a lo largo de todo el libro de Hechos (Hch 2:32, 40; 3:15; 4:33; 5:32; 8:25; 10:39; 13:31; 18:5; 20:21, 24; 22:20; 23:11; 26:16; 28:23). Algunos cristianos del siglo primero dieron testimonio al dar a conocer o confirmar hechos históricos sobre la vida, muerte y resurrección de Jesús por lo que sabían de primera mano (Hch 1:21, 22; 10:40, 41). Y los que más adelante pusieron su fe en Jesús dieron testimonio al proclamar la importancia de su vida, muerte y resurrección (Hch 22:15). Ver la nota de estudio de Jn 18:37.

conclusión. Traducción de la palabra griega syntéleia, que significa ‘fin conjunto’ o ‘fin en combinación’ (Mt 13:39, 40, 49; 28:20; Heb 9:26). Se refiere al periodo de tiempo en el que una combinación de acontecimientos llevaría al “fin” definitivo que se menciona en Mt 24:6, 14. Allí se usa una palabra griega diferente, télos. Ver las notas de estudio de Mt 24:6, 14 y el glosario, conclusión del sistema.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. La palabra griega que se usa aquí (télos) es diferente de la palabra griega que se traduce “conclusión” (syntéleia) en Mt 24:3. Ver la nota de estudio de Mt 24:3 y el glosario, conclusión del sistema.

las buenas noticias. La palabra griega euagguélion se deriva de las palabras eu, que significa ‘bueno’ o ‘bien’, y ágguelos, que significa ‘el que trae noticias’ o ‘el que proclama o anuncia’ (ver glosario). Algunas Biblias en español la traducen como “evangelio”. El término relacionado que se traduce “evangelizador” (en griego, euagguelistḗs) significa ‘predicador de las buenas noticias’ (Hch 21:8; Ef 4:11, nota; 2Ti 4:5, nota).

del Reino. Es decir, el Reino de Dios. A lo largo de las Escrituras Griegas Cristianas, “las buenas noticias” (ver la nota de estudio de las buenas noticias en este mismo versículo) están estrechamente relacionadas con el Reino de Dios, que fue el tema de la predicación y las enseñanzas de Jesús. Ver las notas de estudio de Mt 3:2; 4:23; Lu 4:43.

se predicarán. O “se proclamarán públicamente”. Ver la nota de estudio de Mt 3:1.

en toda la tierra habitada [...] a todas las naciones. Ambas expresiones destacan el alcance de la predicación. En sentido amplio, la palabra griega que se traduce “tierra habitada” (oikouménē) se refiere a la tierra como el lugar en donde viven los seres humanos (Lu 4:5; Hch 17:31; Ro 10:18; Ap 12:9; 16:14). En el siglo primero de nuestra era, se usaba para referirse al extenso territorio del Imperio romano, por donde los judíos habían sido dispersados (Lu 2:1, nota; Hch 24:5). Por otra parte, la palabra griega que se traduce como “nación” (éthnos) se refiere en sentido general a un grupo de personas más o menos relacionadas entre sí por lazos de sangre y que tienen el mismo idioma. Tal nación o grupo étnico a menudo ocupa un territorio geográfico definido.

para testimonio. Esto garantizaba que todas las naciones oirían las buenas noticias. La palabra griega martýrion (que significa ‘testimonio’) y otros términos griegos relacionados a menudo se refieren a exponer los hechos y sucesos relacionados con un asunto (ver la nota de estudio de Hch 1:8). En este caso, Jesús dijo que en todo el mundo se daría testimonio de lo que el Reino de Dios logrará y se hablaría de acontecimientos relacionados con ese Reino. Jesús señaló que la predicación del Reino a escala mundial sería en sí misma un rasgo importante de la señal de su presencia (Mt 24:3). El hecho de que todas las naciones recibirían ese testimonio no significa que todas se convertirían al auténtico cristianismo, sino simplemente que oirían el testimonio.

fin. O “fin consumado”, “fin completado”, “fin definitivo”. Ver las notas de estudio de Mt 24:3, 6.

la Fiesta de la Dedicación. El nombre hebreo de esta fiesta es Janucá (janukkáh), que significa ‘inauguración’ o ‘dedicación’. Empezaba el día 25 del mes de kislev, cerca del solsticio de invierno del hemisferio norte (ver la nota de estudio de invierno en este versículo y el apén. B15) y duraba ocho días. Conmemoraba la rededicación del templo de Jerusalén en el año 165 antes de nuestra era. El rey sirio Antíoco IV Epífanes había mostrado desprecio por Jehová, el Dios de los judíos, profanando su templo. Por ejemplo, construyó un altar encima del gran altar, donde hasta entonces se presentaban a diario las ofrendas quemadas. El 25 de kislev del año 168 antes de nuestra era, para contaminar el templo lo máximo posible, Antíoco ofreció carne de cerdo en el altar, hizo un caldo con ella y lo mandó salpicar por todo el recinto. Además, quemó las puertas del templo, derribó los cuartos de los sacerdotes y se llevó el altar de oro, la mesa del pan de la presencia y el candelabro de oro. Entonces le dedicó el templo de Jehová a Zeus, dios pagano del Olimpo. Pero dos años más tarde, Judas Macabeo reconquistó la ciudad y el templo. Después que el templo fue purificado de nuevo, se rededicó el 25 de kislev del 165 antes de nuestra era, exactamente tres años después de que Antíoco ofreciera aquel repugnante sacrificio en el altar a Zeus. Entonces se reanudaron las ofrendas quemadas diarias a Jehová. Las Escrituras inspiradas no dicen directamente que Jehová le diera la victoria a Judas Macabeo ni que le mandara restaurar el templo. Pero ya Jehová había usado a hombres de otras naciones, como Ciro de Persia, para cumplir ciertos aspectos relacionados con su adoración (Is 45:1). Por eso no es descabellado pensar que Jehová utilizara a un hombre de su pueblo dedicado para cumplir su voluntad. Las Escrituras muestran que el templo tenía que estar en pie y funcionando para que se cumplieran las profecías sobre el Mesías, su ministerio y su sacrificio. Además, los sacrificios que hacían los levitas tenían que seguir ofreciéndose hasta que llegara el tiempo cuando el Mesías presentara un sacrificio mayor: su vida a favor de la humanidad (Da 9:27; Jn 2:17; Heb 9:11-14). Aunque a los cristianos no se les mandó que celebraran la Fiesta de la Dedicación (Col 2:16, 17), no hay registro de que Jesús ni sus discípulos la condenaran.

ciudad santa. Se refiere a Jerusalén, que a menudo era llamada “santa” porque en ella se encontraba el templo de Jehová (Ne 11:1; Is 52:1).

la cosa repugnante y devastadora. Daniel predijo que habría “cosa(s) repugnante(s)” que estarían relacionadas con una devastación (Da 9:27; 11:31; 12:11). Aquí Jesús indica que “la cosa repugnante y devastadora” no había aparecido todavía, sino que se presentaría en el futuro. Y así fue: 33 años después de la muerte de Jesús, los cristianos fueron testigos del cumplimiento inicial de esta profecía cuando vieron una cosa repugnante de pie en un lugar santo. El relato paralelo de Lu 21:20 dice: “Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos acampados, sepan entonces que se ha acercado su devastación”. En el año 66 de nuestra era, los ejércitos romanos paganos rodearon “la ciudad santa”, Jerusalén, lugar que los judíos consideraban sagrado y que era el centro de la revuelta judía contra Roma (Mt 4:5; 27:53). Los cristianos que tuvieron discernimiento se dieron cuenta de que el ejército romano con sus estandartes idólatras era “la cosa repugnante” y lo interpretaron como la última señal para huir a las montañas (Mt 24:15, 16; Lu 19:43, 44; 21:20-22). Después que los cristianos huyeron, los romanos devastaron tanto la ciudad como la nación. Jerusalén fue destruida en el año 70, y la última fortaleza judía, Masada, cayó en manos de los romanos en el año 73 (comparar con Da 9:25-27). El cumplimiento inicial tan detallado de esta profecía da una base sólida para confiar en que el cumplimiento mayor también se realizará, y culminará con la venida de Jesús “sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mt 24:30). Muchos no toman en cuenta que la profecía de Daniel se cumpliría después de los días de Jesús, como él mismo lo indicó, y siguen la tradición judía de relacionar las palabras de Daniel con lo que sucedió en el año 168 antes de nuestra era. En ese año, el rey sirio Antíoco IV Epífanes profanó el templo de Jehová en Jerusalén. Quiso aplastar la adoración a Jehová; hasta construyó un altar sobre el gran altar de Jehová y sacrificó allí cerdos a Zeus, dios pagano del Olimpo (ver la nota de estudio de Jn 10:22). El libro apócrifo de 1 Macabeos (1:54) usa una expresión similar a la que se encuentra en el libro de Daniel (que relaciona cosas repugnantes con devastación) y la aplica a lo que ocurrió en el año 168 antes de nuestra era. Sin embargo, tanto la tradición judía como el relato de 1 Macabeos son interpretaciones humanas, y no revelaciones inspiradas por Dios. Por supuesto, lo que hizo Antíoco al profanar el templo fue repugnante para el pueblo, pero su ataque no resultó en la devastación de Jerusalén ni del templo ni de la nación judía.

lugar santo. En el cumplimiento inicial de esta profecía, se refiere a Jerusalén y su templo. Ver la nota de estudio de Mt 4:5.

(que el lector tenga discernimiento). Los lectores siempre deben tener discernimiento al estudiar la Palabra de Dios, pero parece que es necesario prestar especial atención a la aplicación de esta parte de la profecía de Daniel. Jesús estaba advirtiendo que el cumplimiento de esta profecía no había sido en el pasado, sino que sería en el futuro. Ver la nota de estudio de la cosa repugnante y devastadora en este mismo versículo.

Judea. Es decir, la provincia romana de Judea.

a las montañas. Según Eusebio, historiador del siglo cuarto, los cristianos de Judea y Jerusalén cruzaron el río Jordán y huyeron a Pela. Esta ciudad se encontraba en la región montañosa de la Decápolis.

en la azotea. O “en la terraza”. Los techos de las casas eran planos y se usaban con muchos propósitos, como almacenar cosas (Jos 2:6), descansar (2Sa 11:2), dormir (1Sa 9:26) y celebrar fiestas religiosas (Ne 8:16-18). Por eso era necesario construirles un pequeño muro alrededor (Dt 22:8). Por lo general, tenían una escalera externa que permitía bajar sin tener que entrar a la casa. Con estas palabras, Jesús destaca que sería urgente huir.

en invierno. Durante esta estación, las fuertes lluvias, las inundaciones y el frío harían difícil viajar y encontrar alimento y refugio (Esd 10:9, 13).

en sábado. En territorios como Judea, las restricciones de la ley del sábado le harían difícil a una persona viajar grandes distancias y llevar cargas. Además, las puertas de las ciudades permanecían cerradas durante ese día. Ver Hch 1:12 y apén. B12.

el Cristo. En griego, ho Khristós. La expresión “el Cristo” es equivalente a “el Mesías” (que viene de la palabra hebrea mashíaj). Los títulos Cristo y Mesías significan ‘ungido’. Según el historiador judío Josefo, en el siglo primero de nuestra era surgieron algunos que afirmaban ser profetas o libertadores y que prometían acabar con la opresión romana. Sus seguidores quizá los consideraban mesías políticos.

falsos cristos. O “falsos mesías”. La palabra griega pseudókhristos solo aparece aquí y en el relato paralelo de Mr 13:22. Se refiere a cualquiera que dice ser el Cristo, o el Mesías, (lit. “el ungido”) sin serlo. Ver la nota de estudio de Mt 24:5.

¡miren! Traducción del término griego idóu, que se suele usar para llamar la atención sobre lo que viene a continuación y así animar al lector a visualizar la escena o fijarse en un detalle de la narración. También se usa para dar énfasis o para introducir algo nuevo o sorprendente. En esta edición, estos términos se han traducido literalmente en algunos lugares, pero a menudo se han usado otros términos y técnicas que crean el mismo efecto. En las Escrituras Griegas Cristianas, el término aparece sobre todo en los libros de Mateo, Lucas y Apocalipsis. En las Escrituras Hebreas, también se usa con frecuencia el término hebreo equivalente.

presencia. La palabra griega parousía (que en muchas traducciones se vierte como “venida”) significa literalmente ‘estar junto a’. No se refiere simplemente a una llegada o venida, sino a una presencia que abarca un periodo de tiempo. Este significado de parousía se señala en Mt 24:37-39, donde se compara “la presencia del Hijo del Hombre” con “los días de Noé, [...] antes del Diluvio”. En Flp 2:12, Pablo usó esta palabra griega para hablar de su “presencia” en contraste con su “ausencia”.

Hijo del Hombre. O “Hijo de un Ser Humano”. La frase aparece unas 80 veces en los Evangelios y Jesús la usó para referirse a sí mismo. Se ve que así resaltaba el hecho de que era de verdad un ser humano, nacido de una mujer, y que era un humano equivalente a Adán. Por esa razón tenía la facultad de rescatar a la humanidad del pecado y la muerte (Ro 5:12, 14-15). Esta expresión también identificaba a Jesús como el Mesías o el Cristo (Da 7:13, 14). Ver glosario.

presencia. Ver la nota de estudio de Mt 24:3.

Hijo del Hombre. Ver la nota de estudio de Mt 8:20.

la señal del Hijo del Hombre. Esta señal no es la misma que la señal de la presencia de Jesús de la que se habla en Mt 24:3. La que se menciona aquí se relaciona con la venida del Hijo del Hombre como juez para dictar y ejecutar sentencia durante la gran tribulación. Ver la nota de estudio de viniendo en este mismo versículo.

se golpearán el pecho de dolor. O “se lamentarán”. Las personas se golpeaban vez tras vez el pecho con las manos para expresar un dolor extremo o sentimientos de culpa y remordimiento (Is 32:12; Na 2:7; Lu 23:48).

verán. El verbo griego que se traduce “verán” puede significar literalmente ‘ver un objeto’, ‘mirar’ o ‘contemplar’, pero también puede usarse en sentido figurado para hablar de ver con la mente, es decir, ‘discernir’ o ‘percibir con la inteligencia’ (Ef 1:18).

viniendo. Esta es la primera de las ocho veces que se menciona la venida de Jesús en los capítulos 24 y 25 de Mateo (Mt 24:42, 44, 46; 25:10, 19, 27, 31). Cada una de esas veces se utiliza alguna forma del mismo verbo griego érkhomai, que se traduce “venir”. El término se usa aquí con el sentido de dirigir la atención a los seres humanos, y particularmente se refiere a la venida de Jesús como juez para dictar y ejecutar sentencia durante la gran tribulación.

las nubes del cielo. Aunque las nubes tienden a obstaculizar la visión en vez de facilitarla, la fe y el discernimiento hacen posible “ver” el significado de ciertos acontecimientos (Hch 1:9).

los cuatro vientos. Expresión idiomática que se refiere a los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. En otras palabras, quiere decir ‘todas las direcciones’ o ‘todas partes’ (Jer 49:36; Eze 37:9; Da 8:8).

comparaciones. O “parábolas”, “ilustraciones”. La palabra griega parabolḗ significa literalmente ‘colocación al lado de’ o ‘colocación junto a’. Puede referirse a una parábola, un proverbio o una comparación. Jesús a menudo explicaba una cosa “colocándola al lado” de otra, es decir, comparándola a otra parecida (Mr 4:30). Sus comparaciones eran breves y por lo general eran relatos ficticios de los que se podía sacar una enseñanza espiritual o moral.

comparación. O “parábola”, “ilustración”, “lección”. Ver la nota de estudio de Mt 13:3.

él. Es decir, el Hijo del Hombre.

El cielo y la tierra desaparecerán. Otros textos bíblicos muestran que los cielos y la tierra durarán para siempre (Gé 9:16; Sl 104:5; Ec 1:4). Así que estas palabras de Jesús se pueden entender como una hipérbole, con el sentido de que, aun si ocurriera lo imposible —que los cielos y la tierra realmente desaparecieran—, las palabras de Jesús de todos modos se cumplirían (comparar con Mt 5:18). Por otra parte, los cielos y la tierra que se mencionan aquí también pueden tener un sentido simbólico y ser “el cielo anterior y la tierra anterior” de Ap 21:1.

mis palabras no desaparecerán jamás. Lit. “mis palabras no no desaparecerán”. En griego, la doble negación que aquí acompaña al verbo destaca de un modo enfático el rechazo de una idea. Así se resalta de un modo muy marcado que las palabras de Jesús se cumplirán sin falta.

presencia. La palabra griega parousía (que en muchas traducciones se vierte como “venida”) significa literalmente ‘estar junto a’. No se refiere simplemente a una llegada o venida, sino a una presencia que abarca un periodo de tiempo. Este significado de parousía se señala en Mt 24:37-39, donde se compara “la presencia del Hijo del Hombre” con “los días de Noé, [...] antes del Diluvio”. En Flp 2:12, Pablo usó esta palabra griega para hablar de su “presencia” en contraste con su “ausencia”.

presencia. La palabra griega parousía (que en muchas traducciones se vierte como “venida”) significa literalmente ‘estar junto a’. No se refiere simplemente a una llegada o venida, sino a una presencia que abarca un periodo de tiempo. Este significado de parousía se señala en Mt 24:37-39, donde se compara “la presencia del Hijo del Hombre” con “los días de Noé, [...] antes del Diluvio”. En Flp 2:12, Pablo usó esta palabra griega para hablar de su “presencia” en contraste con su “ausencia”.

los días de Noé. En la Biblia, la expresión “los días de” a veces se usa para referirse al periodo de tiempo en el que vive una persona (Is 1:1; Jer 1:2, 3; Lu 17:28). Aquí se compara la presencia del Hijo del Hombre con “los días de Noé”. En un contexto parecido, en Lu 17:26, se usa la expresión “los días del Hijo del Hombre”. Jesús no se estaba refiriendo únicamente al día específico en el que llegó el Diluvio y que fue el momento culminante de los días de Noé. Estos “días de Noé” en realidad abarcaron un periodo de años. Por eso hay base para entender que la predicha “presencia [o “los días”] del Hijo del Hombre” también abarcaría un periodo de años. Así como los días de Noé culminaron con el Diluvio, “la presencia del Hijo del Hombre” terminaría con la destrucción de los que no buscan la liberación. Ver la nota de estudio de Mt 24:3.

presencia. Ver la nota de estudio de Mt 24:3.

Diluvio. O “cataclismo”. La palabra griega kataklysmós se refiere a una gran inundación con fuerza destructora. La Biblia usa este término al hablar del diluvio de los días de Noé (Mt 24:39; Lu 17:27; 2Pe 2:5).

arca. La palabra griega que se usa aquí también puede traducirse como “cofre” o “caja”, quizá para dar a entender que era una gran estructura parecida a una caja. En la Vulgata, esta palabra griega se traduce con el término latino arca, que significa ‘caja’ o ‘cofre’. De ella se deriva la palabra española arca.

será llevada. El término griego que aquí se traduce “será llevada” se emplea en distintos contextos, a menudo en sentido positivo. Por ejemplo, en Mt 1:20 se traduce como “llevarte [...] a tu casa”, en Mt 17:1 como “se llevó” y en Jn 14:3 como “recibiré en casa”. Por lo que se ve, en el contexto de este versículo se refiere a contar con la aprobación del Señor y ser salvado (Lu 17:37). Y puede que también esté relacionado con que Noé fuera llevado dentro del arca el día del Diluvio y con que Lot fuera llevado de la mano fuera de Sodoma (Lu 17:26-29). Por el contrario, el que una persona fuera abandonada significaría que había sido juzgada y condenada a la destrucción.

será llevado [...] será abandonado. Ver la nota de estudio de Lu 17:34.

manténganse despiertos. Jesús había destacado la importancia de que sus discípulos se mantuvieran despiertos en sentido espiritual porque no sabían el día ni la hora de su venida (ver las notas de estudio de Mt 24:42; 25:13). Él repite su consejo aquí y de nuevo en Mt 26:41, donde relaciona mantenerse despiertos en sentido espiritual con orar constantemente. Se encuentran consejos similares por todas las Escrituras Griegas Cristianas, lo que demuestra que para los cristianos verdaderos es vital estar alertas en sentido espiritual (1Co 16:13; Col 4:2; 1Te 5:6; 1Pe 5:8; Ap 16:15).

estén siempre vigilantes. La palabra griega tiene el significado básico de ‘mantenerse despiertos’, pero en muchos contextos significa ‘estar en guardia’ o ‘estar atentos’. Mateo utiliza esta expresión en Mt 24:43; 25:13; 26:38, 40, 41. En Mt 24:44, la relaciona con la importancia de estar “preparados”. Ver la nota de estudio de Mt 26:38.

mayordomo. O “administrador de la casa”, “encargado de la casa”. La palabra griega oikonómos se aplica a la persona que supervisa a los sirvientes, aunque él mismo es uno. En la antigüedad, este puesto lo ocupaba con mucha frecuencia un esclavo fiel que estaba a cargo de los asuntos del amo. Así que era una persona de gran confianza. El siervo “que administraba todo lo que Abrahán tenía” era un mayordomo de este tipo, un administrador de la casa (Gé 24:2). José también lo era, como se indica en Gé 39:4. Aunque en la comparación de Jesús se habla del “mayordomo” en singular, eso no significa necesariamente que represente a una sola persona en particular. En las Escrituras hay diversos ejemplos de nombres en singular que se refieren a un grupo, como cuando Jehová se dirigió a la nación de Israel y le dijo: “Ustedes son mis testigos [plural] [...], sí, mi siervo [singular], a quien he elegido” (Is 43:10). En esta comparación el término “mayordomo” también se refiere a un grupo. En la comparación paralela de Mt 24:45, a este mayordomo se lo llama “el esclavo fiel y prudente”.

esclavo. En esta comparación Jesús usó la palabra esclavo en singular, pero esto no significa necesariamente que represente a una sola persona en particular. En las Escrituras se encuentran ejemplos de nombres en singular que se refieren a un grupo, como cuando Jehová se dirigió a la nación de Israel y le dijo: “Ustedes son mis testigos [plural] [...], sí, mi siervo [singular], a quien he elegido” (Is 43:10). En la comparación paralela de Lu 12:42, a este esclavo se le llama “el mayordomo fiel, el prudente”. Ver la nota de estudio de Lu 12:42.

prudente. La palabra griega que se usa aquí comunica la idea de entender algo gracias a la perspicacia, la previsión, el discernimiento, la prudencia y la sabiduría en sentido práctico. Se usa el mismo término griego en Mt 7:24 y 25:2, 4, 8, 9. La Septuaginta usa esta palabra en Gé 41:33, 39 para hablar de José.

los sirvientes de la casa. O “sus domésticos”. El término se aplica a todas las personas que trabajan en la casa del amo.

viniendo. Esta es la primera de las ocho veces que se menciona la venida de Jesús en los capítulos 24 y 25 de Mateo (Mt 24:42, 44, 46; 25:10, 19, 27, 31). Cada una de esas veces se utiliza alguna forma del mismo verbo griego érkhomai, que se traduce “venir”. El término se usa aquí con el sentido de dirigir la atención a los seres humanos, y particularmente se refiere a la venida de Jesús como juez para dictar y ejecutar sentencia durante la gran tribulación.

ese esclavo. El esclavo que se menciona aquí es el mayordomo de Lu 12:42. Si “ese esclavo” es fiel, será recompensado (Lu 12:43, 44). Pero, si se vuelve desleal, recibirá “el peor de los castigos” (Lu 12:46). Estas palabras de Jesús son en realidad una advertencia dirigida al mayordomo fiel. Lo mismo ocurre en la comparación paralela de Mt 24:45-51. Cuando Jesús dice “si ese esclavo resulta ser malo y alguna vez dice en su corazón”, no estaba prediciendo que habría un esclavo malo ni que él lo iba a designar. Más bien, estaba advirtiendo al esclavo fiel de lo que le ocurriría si comenzara a comportarse como un esclavo malo.

ese esclavo resulta ser malo. O “ese esclavo malo”. Estas palabras de Jesús son en realidad una advertencia dirigida al esclavo fiel y prudente, que se menciona en Mt 24:45. Jesús no estaba prediciendo que habría un esclavo malo ni que lo iba a designar, sino que estaba advirtiendo al esclavo fiel de lo que le ocurriría si comenzara a comportarse como un esclavo malo. Si se convirtiera en un esclavo desleal, recibiría “el peor de los castigos” (Mt 24:51). Ver la nota de estudio de Lu 12:45.

hipócritas. La palabra griega hypokritḗs originalmente se usaba para denominar a los actores de teatro griego (y posteriormente romano), que usaban grandes máscaras diseñadas para amplificar la voz. El término acabó usándose en sentido metafórico para referirse a cualquiera que oculta su personalidad o intenciones reales fingiendo ser lo que no es. Aquí Jesús llama hipócritas a los líderes religiosos judíos (Mt 6:5, 16).

apretarán los dientes. O “harán rechinar los dientes”. Este gesto puede dar la idea de rabia, desesperación y furia, y quizá ir acompañado de palabras amargas y acciones violentas.

le dará el peor de los castigos. Lit. “lo partirá por en medio”. Todo indica que esta expresión tan gráfica no debe interpretarse en sentido literal. Más bien, tiene que comunicar la idea de un castigo muy severo.

hipócritas. Ver la nota de estudio de Mt 6:2.

apretará los dientes. Ver la nota de estudio de Mt 8:12.

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Piedras del monte del templo
Piedras del monte del templo

Estas piedras se encontraron en la sección sur del Muro de las Lamentaciones. Se cree que formaron parte de estructuras que había en el monte del templo en el siglo primero. Han quedado como triste recordatorio de la destrucción de Jerusalén y su templo a manos de los romanos.

Monte de los Olivos
Monte de los Olivos

El monte de los Olivos (1) es una cadena de colinas redondeadas de piedra caliza que se encuentra al este de Jerusalén y está separada de la ciudad por el valle de Cedrón. Una de esas colinas se encuentra al frente del monte del templo (2) y alcanza unos 812 m (2.664 ft) en su punto más elevado. Es la que la Biblia suele llamar el monte de los Olivos. Fue en algún lugar del monte de los Olivos donde Jesús les explicó a sus discípulos la señal de su presencia.

Manto
Manto

La palabra griega himátion, que se ha traducido como “manto” o “prenda de vestir exterior”, probablemente se corresponde con la palabra hebrea simláh. En algunos casos, parece que era una especie de chaleco largo y abierto que se llevaba suelto, pero la mayoría de las veces era una pieza de tela rectangular. Era fácil de poner y quitar.

Higuera
Higuera

En la foto se ve una rama de higuera en primavera con hojas e higos tempranos que brotan juntos. En Israel, los primeros frutos de la higuera por lo común brotaban en febrero, y las hojas aparecían a finales de abril o en mayo, lo que indicaba que se acercaba el verano (Mt 24:32). Los árboles producían dos cosechas al año. Las brevas, o higos tempranos, maduraban en junio o a principios de julio (Is 28:4; Jer 24:2; Os 9:10). Los higos tardíos, que crecían en ramas nuevas, formaban la cosecha principal y por lo general maduraban de agosto en adelante.

Molino de mano
Molino de mano

En la ilustración se ve un tipo de molino que se usaba en tiempos bíblicos. Se necesitaban dos mujeres para usar este molino de mano giratorio (Lu 17:35). Se sentaban una frente a la otra y cada una colocaba una mano en el mango para hacer girar la piedra superior. Con la mano que tenía libre, una de ellas echaba pequeñas cantidades de grano por el agujero de la piedra superior. Mientras tanto, la otra recogía la harina que iba saliendo por la orilla del molino y caía en la bandeja o el paño que se ponía debajo. Todos los días, las mujeres se levantaban temprano a moler el grano y preparar la harina que necesitaban para hacer el pan del día.