Las Buenas Noticias según Lucas 23:1-56
Notas
Notas de estudio
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En la foto se ve una réplica de un hueso de talón humano atravesado por un clavo de hierro de 11,5 cm (4,5 in) de largo. La pieza original se encontró en 1968 durante unas excavaciones en el norte de Jerusalén y data del tiempo de los romanos. Este descubrimiento arqueológico demuestra que probablemente se usaran clavos en las ejecuciones para fijar al condenado a un poste de madera. Es posible que los soldados romanos usaran clavos parecidos al de la foto para fijar a Jesucristo al madero. La pieza se encontró en un osario, una caja de piedra en la que se ponían los huesos secos de un muerto cuando el cuerpo ya se había descompuesto. Esto prueba que alguien ejecutado en un madero también podía recibir un entierro.

Los judíos enterraban a sus muertos en cuevas o en cámaras excavadas en la roca. Las tumbas normalmente estaban fuera de las ciudades, excepto las tumbas de los reyes. Las tumbas judías que se han encontrado destacan por su sencillez. Esto es porque la religión judía no permitía la veneración de los muertos ni promovía la idea de que hay vida en un mundo espiritual después de la muerte.