Marcos 4:1-41
Notas
Notas de estudio
en la playa. En la costa del mar de Galilea cerca de Capernaúm, hay un sitio que forma un anfiteatro natural. La buena acústica del lugar habría permitido que una gran multitud oyera hablar a Jesús desde una barca.
se alejó un poco. Ver la nota de estudio de Mt 13:2.
comparaciones. O “parábolas”, “ilustraciones”. La palabra griega parabolḗ significa literalmente ‘colocación al lado de’ o ‘colocación junto a’. Puede referirse a una parábola, un proverbio o una comparación. Jesús a menudo explicaba una cosa “colocándola al lado” de otra, es decir, comparándola a otra parecida (Mr 4:30). Sus comparaciones eran breves y por lo general eran relatos ficticios de los que se podía sacar una enseñanza espiritual o moral.
comparaciones. Ver la nota de estudio de Mt 13:3.
Escuchen. Ver la nota de estudio de ¡Mira! en Mr 1:2.
¡Mira! Traducción del término griego idóu, que se suele usar para llamar la atención sobre lo que viene a continuación y así animar al lector a visualizar la escena o fijarse en un detalle de la narración. También se usa para dar énfasis o para introducir algo nuevo o sorprendente. En esta edición, estos términos se han traducido literalmente en algunos lugares, pero a menudo se han usado otros términos y técnicas que crean el mismo efecto. En las Escrituras Griegas Cristianas, el término aparece sobre todo en los libros de Mateo, Lucas y Apocalipsis. En las Escrituras Hebreas, también se usa con frecuencia el término hebreo equivalente.
terreno rocoso. No se refiere a un terreno con rocas, sino a un lecho de roca con poca tierra encima. De hecho, el relato paralelo de Lu 8:6 dice que algunas semillas cayeron “sobre roca”. Este tipo de terrenos no permite que las raíces se hundan lo suficiente para obtener agua.
en terreno rocoso. Ver la nota de estudio de Mt 13:5.
entre espinos. Es obvio que Jesús no se refería a arbustos de espinos ya crecidos, sino a malas hierbas que todavía no se habían arrancado del terreno arado. Estas crecían y ahogaban las semillas recién plantadas.
entre espinos. Ver la nota de estudio de Mt 13:7.
El que tenga oídos para escuchar, que escuche con atención. Antes de usar la comparación del sembrador, Jesús dice: “Escuchen” (Mr 4:3). Luego concluye su comparación con este consejo. Así destaca la importancia de que sus seguidores presten cuidadosa atención a sus palabras. Se pueden encontrar consejos parecidos en Mt 11:15; 13:9, 43; Mr 4:23; Lu 8:8; 14:35; Ap 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22; 13:9.
este sistema. O “esta era”. Ver la nota de estudio de Mt 13:22.
sistema. La palabra griega aiṓn, que tiene el significado básico de ‘edad’, puede referirse a la situación mundial o a las características que distinguen un tiempo, una época o una era en particular. Aquí el término se asocia con las preocupaciones y los problemas que caracterizan la vida en el sistema actual. Ver glosario.
una canasta. Recipiente que se usaba para medir productos secos, por ejemplo, los cereales. El tipo de canasta que se menciona aquí (en griego, módios) tenía una capacidad de unos 9 L (8 dry qt).
una lámpara. Ver la nota de estudio de Mt 5:15.
una canasta. Ver la nota de estudio de Mt 5:15.
una lámpara. En tiempos bíblicos, la típica lámpara que se usaba en las casas era un pequeño recipiente de barro que se llenaba de aceite de oliva.
La misma medida que ustedes usen. El contexto de los versículos 23 al 25 indica que, si los discípulos escuchaban con poco interés y atención, no podían esperar aprender mucho de las enseñanzas de Jesús. Pero, si le prestaban toda su atención, él les correspondería dándoles información y comprensión más allá de sus expectativas. Así se enriquecerían en sentido espiritual y estarían más capacitados para enseñar a otros. Por su generosidad, Jesús los favorecería todavía más de lo que esperaban.
El Reino de Dios es como cuando un hombre echa semillas. Marcos es el único escritor de los Evangelios que menciona la comparación que se encuentra en los versículos 26 al 29.
grano de mostaza. En Israel crecen silvestres varios tipos de plantas de mostaza. La variedad más cultivada es la mostaza negra (Brassica nigra). Aunque la semilla de mostaza es relativamente pequeña —entre 1 y 1,6 mm (0,039 y 0,063 in) de diámetro y 1 mg (0,000035 oz) de peso—, crece hasta parecer un árbol. Algunas variedades pueden alcanzar los 4,5 m (15 ft) de altura.
la más pequeña de todas las semillas. En antiguos escritos judíos se usaba la semilla de mostaza para referirse metafóricamente al tamaño más pequeño posible. Aunque hoy se conocen semillas de menor tamaño, parece que en tiempos de Jesús era la más pequeña que recogían y sembraban los agricultores galileos.
grano de mostaza. Ver la nota de estudio de Mt 13:31.
la más pequeña de todas las semillas. Ver la nota de estudio de Mt 13:32.
entender. Lit. “escuchar”. La palabra griega para “escuchar” puede comunicar la idea de ‘prestar mucha atención’ o ‘comprender’. Comparar con las notas de estudio de Hch 9:7 22:9.
oían el sonido de una voz. En Hch 22:6-11, Pablo mismo describe lo que le pasó en su viaje a Damasco. Al combinar los datos de ese relato con lo que se dice en este capítulo, se obtiene un cuadro más claro de lo que sucedió. En los dos relatos se usa la misma palabra griega, pero con funciones gramaticales diferentes. El término griego fōnḗ se puede traducir como “sonido” y como “voz”. En este capítulo aparece en caso genitivo y por eso se traduce como “el sonido de una voz”. En cambio, en Hch 22:9 aparece en caso acusativo y se traduce sencillamente como “voz”. En vista de todo esto, se puede concluir que los hombres que acompañaban a Pablo oyeron el sonido de una voz pero aparentemente no entendieron las palabras que se decían. Así que no oyeron la voz del mismo modo como lo hizo Pablo (Hch 26:14). Ver la nota de estudio de Hch 22:9.
no oyeron la voz. O “no entendieron la voz”. En Hch 9:3-9, Lucas describe lo que le pasó a Pablo en su viaje a Damasco. Al combinar los datos de ese relato con lo que se dice en este capítulo, se obtiene un cuadro más claro de lo que sucedió. Tal como se explica en la nota de estudio de Hch 9:7, los hombres que acompañaban a Pablo oyeron el sonido de una voz pero aparentemente no entendieron lo que decía. Así que no oyeron la voz del mismo modo como lo hizo Pablo. Esto concuerda con la forma como se usa la palabra griega para “oír” en Hch 22:7. Allí Pablo explica que oyó una voz, y se refiere a que oyó y entendió las palabras que se le dijeron. En cambio, los que viajaban con Pablo no entendieron el mensaje que se le comunicó, quizá porque de algún modo oyeron la voz apagada o distorsionada. Al parecer, fue en este sentido que “no oyeron la voz”. Comparar con Mr 4:33; 1Co 14:2, donde la misma palabra griega para “oír” se puede traducir como “escuchar” o “entender”.
la otra orilla. Ver la nota de estudio de Mt 8:18.
la otra orilla. Es decir, la orilla oriental del mar de Galilea.
una fuerte tempestad de viento. Esta expresión equivale a tres palabras griegas que podrían traducirse literalmente como “un gran huracán de viento” (ver la nota de estudio de Mt 8:24). Marcos no estaba presente, así que su viva descripción de la tempestad y otros detalles que menciona en su relato quizá indiquen que obtuvo la información de Pedro. Para saber más sobre la influencia que tuvo Pedro en la redacción del Evangelio de Marcos, ver “Información sobre Marcos”.
una tormenta tan fuerte. Las tormentas fuertes son comunes en el mar de Galilea. Debido a que la superficie de este lago (ver la nota de estudio de Mt 4:18) se encuentra a unos 210 m (700 ft) por debajo del nivel del mar, la temperatura del aire es más cálida allí que en las mesetas y montañas que lo rodean. Esas condiciones producen perturbaciones atmosféricas y vientos fuertes que pueden levantar olas de un momento para otro.
la almohada. O “el cojín”. Este es el único lugar de las Escrituras Griegas Cristianas donde aparece esta palabra. El uso del artículo definido en griego quizá sugiera que era un objeto habitual del equipo de una barca. Puede que fuera un saco de arena utilizado como lastre bajo la cubierta de la popa, un asiento forrado de cuero para el timonel, o un vellón o cojín sobre el que se podía sentar un remero.
Multimedia

Este dibujo de un candelero de uso doméstico (1) se basa en objetos del siglo primero que se encontraron en Éfeso e Italia. Es probable que este tipo de candeleros se usaran en las casas de los ricos. En los hogares más pobres, las lámparas se colgaban del techo, se colocaban en un nicho de la pared (2) o se ponían sobre un soporte de barro o de madera.

En los años 1985 y 1986, una sequía hizo bajar el nivel del agua del mar de Galilea. Esto dejó al descubierto parte del casco de una antigua barca enterrada en el barro. Los restos, que actualmente se exponen en un museo de Israel, miden 8,2 m (27 ft) de largo y 2,3 m (7,5 ft) de ancho, y tienen una altura máxima de 1,3 m (4,3 ft). Según los arqueólogos, la barca se construyó entre el siglo primero antes de nuestra era y el siglo primero de nuestra era. Esta animación muestra cómo se vería la barca cuando atravesaba las aguas 2.000 años atrás.

Este dibujo se basa en los restos de una barca de pesca que se encontró enterrada en el barro cerca de las costas del mar de Galilea y en un mosaico que se descubrió en una casa de la ciudad costera de Migdal. Tanto la barca como la casa eran del siglo primero. Parece que este tipo de barcas tenía un mástil y al menos una vela, así como una tripulación de cinco hombres: cuatro remaban y uno manejaba el timón desde una pequeña cubierta que había en la popa. La barca medía 8,2 m (27 ft) de largo, y en su punto medio tenía 2,3 m (7,5 ft) de ancho y 1,3 m (4,3 ft) de profundidad. Al parecer podía llevar 13 hombres o más.

Mientras los discípulos y Jesús atraviesan el mar de Galilea en una barca, una feroz tempestad de viento azota la embarcación y deja a los hombres empapados. Están aterrorizados al ver que están a punto de morir ahogados, y gritan por ayuda. Jesús, que está durmiendo, despierta y ordena al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!”. Al instante, la tormenta se calma y todo queda completamente tranquilo (Mr 4:35-41). Este milagro muestra que, cuando Jesús gobierne la tierra, ni él ni su Padre permitirán que fenómenos climáticos adversos hagan ningún daño a los súbditos del Reino de Dios (Ap 21:4). Marcos no estuvo presente en esta ocasión, pero puso por escrito los acontecimientos en el estilo ágil y lleno de acción característico de su Evangelio. Su viva descripción y los detalles que menciona hacen pensar que quizá obtuvo la información de alguien que sí estaba en la barca, posiblemente Pedro.