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Rechacemos el espíritu de un mundo cambiante

Rechacemos el espíritu de un mundo cambiante

Rechacemos el espíritu de un mundo cambiante

“Recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios.” (1 CORINTIOS 2:12.)

1. ¿De qué maneras fue engañada Eva?

“LA SERPIENTE... ella me engañó.” (Génesis 3:13.) Con estas pocas palabras, Eva, la primera mujer, trató de explicar por qué se había rebelado contra Jehová Dios. Si bien lo que dijo era cierto, de ningún modo justificaba su proceder. Mucho después, el apóstol Pablo escribió por inspiración divina: “[Eva] fue cabalmente engañada” (1 Timoteo 2:14). En efecto, ella creyó la mentira de que un acto de desobediencia —comer del fruto prohibido— la beneficiaría, la haría igual a Dios. También fue engañada respecto a la identidad del que la extravió. Poco se imaginaba que la serpiente había sido tan solo un instrumento de Satanás (Génesis 3:1-6).

2. a) ¿Cómo extravía Satanás a la gente en la actualidad? b) ¿Qué es “el espíritu del mundo”, y qué preguntas vamos a examinar?

2 Satanás ha seguido engañando a la humanidad desde los días de Adán y Eva. De hecho, “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9). Sus tácticas no han cambiado, pues aunque ya no se esconde tras una serpiente, sigue ocultando su identidad. Utiliza gran parte del mundo del espectáculo y los medios de comunicación, así como otros vehículos, para hacerles creer a los seres humanos que ni necesitan la amorosa guía divina ni les conviene seguirla. Con su arsenal de mentiras, el Diablo ha infundido en personas de todas partes lo que la Biblia llama “el espíritu del mundo”, un espíritu de rebeldía contra las leyes y principios bíblicos (1 Corintios 2:12). Dicho espíritu tiene un poderoso efecto en las creencias, las actitudes y la conducta de quienes no conocen a Dios. ¿Cómo se manifiesta, y cómo podemos resistir su influencia corruptora? Veámoslo.

Decadencia de los valores morales

3. ¿Por qué se ha hecho cada vez más evidente “el espíritu del mundo” en nuestros tiempos?

3 “El espíritu del mundo” se ha hecho cada vez más evidente en nuestros tiempos (2 Timoteo 3:1-5). Probablemente hayamos notado que los valores morales están en plena decadencia. La Biblia explica la razón. En cuanto el Reino de Dios se estableció, en 1914, estalló una guerra en el cielo. Satanás y sus ángeles demoníacos fueron derrotados y arrojados a la Tierra. Enfurecido por ello, desde entonces el Diablo ha redoblado sus esfuerzos por extraviar a todo el mundo (Revelación 12:1-9, 12, 17). De hecho, trata por cualquier medio de “extraviar, si fuera posible, hasta a los escogidos” (Mateo 24:24). Los siervos de Dios somos su principal objetivo. Está empeñado en arruinar nuestra espiritualidad de modo que perdamos el favor de Jehová y la perspectiva de vida eterna.

4. ¿Cómo consideran la Biblia los siervos de Dios, pero qué opina el mundo de ella?

4 Satanás intenta desacreditar la Biblia, el valioso libro que nos habla de nuestro amoroso Creador. Los siervos de Jehová amamos y valoramos la Biblia. Sabemos que es la Palabra inspirada de Dios, no la obra de hombres (1 Tesalonicenses 2:13; 2 Timoteo 3:16). Pero el mundo de Satanás quisiera que pensáramos lo contrario. Por ejemplo, en su ataque contra las Santas Escrituras, el prólogo de un libro afirma: “Ni la Biblia tiene nada de ‘santa’ ni es ‘la palabra de Dios’. No la escribieron santos bajo inspiración divina, sino sacerdotes ambiciosos”. Quienes se dejan engañar por estas alegaciones son presa fácil de la idea falsa de que pueden adorar a Dios como les plazca... o sencillamente no adorarlo (Proverbios 14:12).

5. a) ¿Qué afirmó cierto escritor respecto a las religiones que la gente asocia con la Biblia? b) ¿Qué diferencia hay entre las ideas mundanas y lo que la Biblia enseña? (Véase el recuadro de la próxima página.)

5 Los ataques directos e indirectos contra las Escrituras, así como la hipocresía religiosa de quienes dicen defenderla, han generado un creciente sentimiento de rechazo hacia las religiones, especialmente aquellas que la gente asocia con la Biblia. La religión está en el punto de mira de los medios de comunicación y de los círculos académicos. Un escritor afirma: “La valoración popular del judaísmo y del cristianismo es negativa. En el mejor de los casos, se considera que son religiones pintorescas; en el peor, obstáculos arcaicos que impiden la madurez intelectual y los adelantos científicos. En los últimos años, el desdén ha dado paso a la burla y a la franca hostilidad”. Con frecuencia, tal hostilidad tiene su origen en quienes niegan la existencia de Dios y han llegado a estar “entontecidos en sus pensamientos” (Romanos 1:20-22, Besson).

6. ¿Cómo considera el mundo las prácticas sexuales que Dios condena?

6 No sorprende, pues, que la sociedad humana se aleje cada vez más de las normas de conducta divinas. Por ejemplo, la Biblia califica de “obsceno” el comportamiento homosexual (Romanos 1:26, 27). También afirma que quienes practican fornicación y adulterio no heredarán el Reino de Dios (1 Corintios 6:9). Sin embargo, en muchos países tales prácticas no solo están bien vistas, sino que se las rodea de un halo de sofisticación en libros, revistas, canciones, películas y programas televisivos. A quienes las condenan se les tilda de intolerantes, críticos y anticuados. En lugar de ver las normas de Dios como expresiones de Su interés amoroso, el mundo las considera obstáculos para la libertad y la realización individuales (Proverbios 17:15; Judas 4).

7. ¿Qué preguntas deberíamos hacernos?

7 En medio de un mundo que se opone a Dios con creciente intensidad, nos conviene pensar en nuestra propia actitud y valores. Periódicamente deberíamos examinarnos con honradez y bajo oración para asegurarnos de no estar apartándonos poco a poco de los criterios y las normas de Jehová. Por ejemplo, podríamos preguntarnos: “¿Acepto formas de entretenimiento cuyo contenido hubiera evitado años atrás? ¿Me he vuelto más permisivo con las prácticas que Dios condena? ¿No me tomo los asuntos espirituales tan en serio como en el pasado? ¿Refleja la forma en que vivo que doy prioridad a los intereses del Reino?” (Mateo 6:33). Reflexionar en estas cuestiones nos ayudará a rechazar el espíritu del mundo.

“Que nunca se nos lleve a la deriva”

8. ¿Cómo podría alguien alejarse poco a poco de Jehová?

8 El apóstol Pablo escribió a sus hermanos cristianos: “Es necesario que prestemos más de la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca se nos lleve a la deriva” (Hebreos 2:1). Un barco a la deriva no llega a su destino. Si el capitán no vigila el viento y las corrientes, es fácil que su embarcación se desvíe y, en vez de entrar en un puerto seguro, encalle en las rocas. De igual modo, si no prestamos atención a las valiosas verdades de la Palabra de Dios, es muy probable que nos vayamos alejando de Jehová hasta naufragar en sentido espiritual. Para sufrir tal desastre no necesariamente hay que rechazar la verdad por completo. En realidad, los que repudian a Jehová rara vez lo hacen de manera repentina y deliberada. Con mayor frecuencia se enredan poco a poco en algo que los distrae de prestar atención a la Palabra de Dios y, de forma casi imperceptible, se dejan arrastrar hacia el pecado. Al igual que un capitán que está dormido, no despiertan sino hasta cuando ya es demasiado tarde.

9. ¿De qué maneras bendijo Jehová a Salomón?

9 Pensemos en la trayectoria de Salomón. Jehová le confió el reino de Israel, le permitió construir el templo y lo guió en la escritura de algunas secciones de la Biblia. Además, habló con él en dos ocasiones y le concedió salud, fama y un reinado pacífico. Y, sobre todo, lo bendijo con gran sabiduría. La Biblia señala: “Dios continuó dando a Salomón sabiduría y entendimiento en medida sumamente grande, y una anchura de corazón, como la arena que está sobre la orilla del mar. Y la sabiduría de Salomón era más vasta que la sabiduría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto” (1 Reyes 4:21, 29, 30; 11:9). Sin lugar a dudas, si alguien tenía todo a su favor para permanecer fiel a Dios, ese alguien era Salomón. Sin embargo, se fue desviando hasta caer en la apostasía. ¿Cómo ocurrió tal cosa?

10. ¿Qué claro mandato desobedeció Salomón, y con qué resultado?

10 Salomón conocía y entendía muy bien la Ley de Dios, y de seguro se interesó muchísimo por las estipulaciones para quienes se convertían en reyes de Israel. Entre ellas se hallaba esta: “Tampoco debe [el rey] multiplicarse esposas, para que no se desvíe su corazón” (Deuteronomio 17:14, 17). A pesar de este claro mandato, Salomón llegó a tener setecientas esposas y trescientas concubinas, muchas de las cuales adoraban a dioses extranjeros. No sabemos por qué tomó tantas esposas ni cómo justificó tal proceder, pero lo que sí sabemos es que desobedeció la orden explícita de Dios. Sucedió precisamente lo que Jehová había advertido, pues leemos que “poco a poco sus esposas le inclinaron el corazón [...] a seguir a otros dioses” (1 Reyes 11:3, 4). “Poco a poco”, pero de manera inexorable, Salomón perdió la sabiduría que Jehová le había dado. Fue alejándose de él hasta que, con el tiempo, el deseo de complacer a sus esposas paganas se volvió más fuerte que el de obedecer y agradar a Dios. Qué proceder tan lamentable de parte de quien una vez escribió estas palabras: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio” (Proverbios 27:11).

El espíritu del mundo es muy poderoso

11. ¿Qué efecto tiene en nuestra mente lo que introducimos en ella?

11 La historia de Salomón subraya el peligro de razonar que, puesto que conocemos la verdad, las influencias mundanas no podrán afectar nuestro modo de pensar. Tal como el alimento físico tiene un efecto en el cuerpo, así el alimento mental repercute en la mente. Aquello con que la alimentamos moldea nuestras ideas y actitudes. Las empresas lo saben, y todos los años invierten miles de millones de dólares en dar publicidad a sus productos con anuncios muy eficaces, cuyas estudiadas palabras e imágenes avivan los deseos y caprichos del consumidor. Los anunciantes también saben que la gente no saldrá corriendo a comprar los productos simplemente porque vea un anuncio una o dos veces. Sin embargo, la exposición continua a tal propaganda durante el suficiente tiempo suele inducirles a desear dichos artículos. La propaganda funciona: si no fuera así, nadie invertiría en ella. De hecho, ejerce una poderosa influencia en las ideas y actitudes del público.

12. a) ¿Cómo influye Satanás en el modo de pensar de la gente? b) ¿Qué muestra que su influencia puede afectar a los cristianos?

12 Como un anunciante publicitario, Satanás promueve sus ideas colocándolas en un entorno atractivo, sabiendo que con el tiempo suficiente puede lograr que el público las adopte. Mediante el mundo del entretenimiento, entre otros conductos, lleva a la gente a pensar que lo bueno es malo, y lo malo, bueno (Isaías 5:20). Incluso cristianos verdaderos han sido presa de la publicidad engañosa de Satanás. La Biblia da esta advertencia: “La expresión inspirada dice definitivamente que en períodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, marcados en su conciencia como si fuera con hierro de marcar” (1 Timoteo 4:1, 2; Jeremías 6:15).

13. ¿Qué son malas compañías, y qué efecto tienen en nosotros nuestras amistades?

13 Ninguno de nosotros es inmune al espíritu del mundo, pues los vientos y las corrientes del sistema de Satanás son muy fuertes. La Biblia nos da este sabio consejo: “No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33). Todas las cosas o las personas —incluyendo a miembros de la congregación— que reflejen el espíritu del mundo constituyen malas compañías. Si acaso pensáramos que tales personas no pueden perjudicarnos, ¿no tendríamos que concluir que las buenas compañías tampoco pueden ayudarnos? ¡Qué erróneo sería eso! La Biblia aclara muy bien la cuestión: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal” (Proverbios 13:20).

14. ¿De qué maneras podemos contrarrestar el espíritu del mundo?

14 Para contrarrestar el espíritu del mundo tenemos que relacionarnos con personas sabias, las que sirven a Jehová. Debemos llenar la mente con lo que fortalece la fe. El apóstol Pablo escribió: “Cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas” (Filipenses 4:8). El libre albedrío nos permite escoger las cosas a las que prestaremos atención. Pues bien, escojamos siempre las que nos acercan a Jehová.

El espíritu de Dios es más poderoso

15. ¿En qué diferían de sus vecinos los cristianos de la antigua Corinto?

15 A diferencia de las personas extraviadas por el espíritu del mundo, a los cristianos verdaderos nos dirige el espíritu santo de Dios. Fue a la congregación de Corinto a la que Pablo escribió: “Nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente” (1 Corintios 2:12). La antigua Corinto era una ciudad saturada del espíritu del mundo. La mayoría de sus habitantes eran tan libertinos que se acuñó la expresión “corintizar” con el significado de “vivir inmoralmente”. Satanás les había cegado la mente para que no entendieran nada o casi nada en cuanto al Dios verdadero (2 Corintios 4:4). Con todo, por medio de su espíritu santo, Jehová abrió los ojos de algunos corintios, quienes de esta forma adquirieron el conocimiento de la verdad. El espíritu de Dios los guió y los impulsó a hacer grandes cambios a fin de recibir la aprobación y bendición divina (1 Corintios 6:9-11). Aunque el espíritu del mundo era fuerte, el espíritu de Jehová lo era aún más.

16. ¿Cómo podemos recibir y conservar el espíritu de Dios?

16 Lo mismo ocurre hoy. El espíritu santo de Jehová es la fuerza más poderosa del universo, y él la otorga generosamente a cuantos la piden con fe (Lucas 11:13). Sin embargo, para tener el espíritu de Dios no basta con oponerse al espíritu del mundo. También debemos ser constantes en estudiar y aplicar la Palabra de Dios, a fin de que nuestro espíritu —nuestra inclinación mental— sintonice con la forma de pensar de nuestro Creador. Si así lo hacemos, Jehová nos dará fuerzas para hacer frente a cualquier táctica que Satanás emplee para acabar con nuestra espiritualidad.

17. ¿Cómo nos anima la experiencia de Lot?

17 Los cristianos están en el mundo pese a no ser parte de él (Juan 17:11, 16). Ninguno de nosotros puede evitar por completo el espíritu del mundo, pues tal vez trabajemos o hasta vivamos con personas que no aman a Dios ni Sus sendas. ¿Nos sentimos como Lot, a quien le “angustiaba sumamente”, y hasta le atormentaba, la clase de actos desaforados que cometía la gente de Sodoma entre la que vivía? (2 Pedro 2:7, 8.) Si así es, cobremos ánimo: Jehová protegió y liberó a Lot, y lo mismo puede hacer por nosotros. Nuestro amoroso Padre ve y conoce las circunstancias en que nos hallamos, y puede darnos la ayuda y las fuerzas que necesitemos para mantener la espiritualidad (Salmo 33:18, 19). Si nos apoyamos en él, confiamos en él y recurrimos a él, Jehová nos ayudará a rechazar el espíritu del mundo sin importar lo difícil que sea nuestra situación (Isaías 41:10).

18. ¿Por qué debemos valorar nuestra relación con Jehová?

18 En un mundo alejado de Dios y engañado por Satanás, los siervos de Jehová tenemos la bendición de conocer la verdad. Este hecho nos produce un gozo y una paz que el mundo no posee (Isaías 57:20, 21; Gálatas 5:22). Abrigamos la maravillosa esperanza de la vida eterna en el Paraíso, donde el espíritu de este mundo agonizante ya no existirá. Por tanto, valoremos nuestra preciada relación con Dios y estemos en guardia para corregir cualquier tendencia a irnos a la deriva en sentido espiritual. Acerquémonos más y más a Jehová, y él nos ayudará a oponernos al espíritu del mundo (Santiago 4:7, 8).

¿Puede explicarlo?

• ¿De qué maneras ha engañado y extraviado Satanás a la gente?

• ¿Qué debemos hacer para nunca alejarnos de Jehová?

• ¿Qué muestra que el espíritu del mundo es poderoso?

• ¿Cómo podemos recibir y conservar el espíritu que proviene de Dios?

[Preguntas del estudio]

[Recuadro de la página 11]

La sabiduría mundana y la sabiduría divina

La verdad es relativa: cada uno construye su propia verdad.

“Tu palabra [la de Dios] es la verdad.” (Juan 17:17.)

Para saber qué es bueno o malo, déjate llevar por los dictados del corazón.

“El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado.” (Jeremías 17:9.)

Haz lo que quieras.

“No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Jeremías 10:23.)

La riqueza es la clave de la felicidad.

“El amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales.” (1 Timoteo 6:10.)

[Ilustración de la página 10]

Salomón se fue desviando de la adoración pura y se volvió a dioses falsos

[Ilustración de la página 12]

Como un anunciante publicitario, Satanás promueve el espíritu del mundo. ¿Nos oponemos a ese espíritu?