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Hermanos en una reunión en Tiflis en 1992

GEORGIA DE 1991 A 1997

“Dios siguió haciéndolo crecer” (1 Cor. 3:6).

“Dios siguió haciéndolo crecer” (1 Cor. 3:6).

Genadi Gudadze fue superintendente de circuito a principios de los años noventa.

GEORGIA se independizó en 1991, año en que la Unión Soviética se disolvió. Las condiciones de vida se deterioraron rápidamente debido a los cambios políticos y las revueltas sociales. Genadi Gudadze, que era superintendente de circuito por aquel entonces, recuerda que la gente se pasaba el día entero haciendo fila para conseguir algo de pan.

En ese tiempo era bastante normal ver a los Testigos hablar de la Biblia con gente que esperaba en la fila. Genadi comenta: “Durante aquellos difíciles años, parecía que todo el mundo respondía bien al mensaje de la verdad. Recibimos cientos de hojitas con la dirección de personas que querían estudiar la Biblia”.

Al final de cada reunión, los hermanos que llevaban la delantera leían una lista con el nombre y la dirección de las personas que habían pedido que las visitaran. Y después, los publicadores se ofrecían para ir a verlas.

Predicando en los años noventa a la gente que esperaba para conseguir pan.

El hermano Levani Sabashvili, quien fue anciano en Tiflis, recuerda lo que pasó con un matrimonio que pidió que los visitaran. Levani dice: “Los publicadores se repartieron todas las direcciones, pero nadie se ofreció para ir a visitar a esta pareja. Vivían lejos, y muchos ya teníamos bastantes estudiantes de la Biblia”.

Meses más tarde, esta pareja volvió a enviar otra hoja con sus datos. Y luego una tercera, esta vez con una nota en la que rogaban a los Testigos que fueran a verlos y no se hicieran culpables de derramamiento de sangre (Hech. 20:26, 27). Levani añade: “Era la época de Año Nuevo y preferíamos no visitar a la gente en esas fechas. Pero no quisimos dejarlo para más adelante”.

Esta pareja, Roini y Nana Grigalashvili, estaba deseando aprender de la Biblia. Cierta mañana muy fría, no podían creer lo que estaban viendo: Levani y otro hermano habían llegado a la puerta de su casa. De inmediato comenzaron a estudiar la Biblia. En la actualidad, ellos y sus hijos son precursores regulares.

Predican sin descanso

Quienes aceptaban la verdad estaban tan agradecidos que dedicaban su tiempo, energías y recursos a predicar sin esperar nada a cambio. A pesar de tener responsabilidades familiares, Badri y Marina Kopaliani estuvieron entre los que viajaron sin descanso a pueblos aislados para buscar a personas sinceras.

Los fines de semana, Badri, Marina y sus hijos adolescentes, Gocha y Levani, solían viajar a Duseti, una linda región montañosa al norte de Tiflis. A veces recorrían unos 150 kilómetros (90 millas) por carreteras serpenteantes a fin de llegar a pueblos lejanos.

En cierta ocasión, una señora invitó a Badri y su esposa al lugar donde trabajaba. Badri cuenta: “De repente, nos vimos en una gran habitación con 50 personas que nos estaban esperando. Al principio me quedé helado, pero después de orar a Jehová, empecé a hablar de algunos versículos del capítulo 24 de Mateo que tratan sobre los últimos días. Una persona se sorprendió mucho y dijo: ‘¿Por qué no nos cuenta el sacerdote estas cosas?’”.

La Conmemoración llama la atención de la gente

La Conmemoración de la muerte de Cristo ofrecía más oportunidades de conocer la verdad a los georgianos sinceros. Por ejemplo, la que se celebró en 1990 en casa de la hermana Ia Badridze, en Tiflis, despertó mucha curiosidad entre los vecinos.

Ia Badridze recibió a 200 personas en su apartamento para celebrar la Conmemoración.

La hermana Badridze ofreció su apartamento, situado en el piso 13 de un edificio, para celebrar la Conmemoración. Sus hijos la ayudaron a quitar todas las cosas de la sala para que hubiera suficiente espacio. Pero ¿de dónde sacarían las sillas para los asistentes? En Georgia, era normal que las familias alquilaran mesas y sillas cuando se reunían todos. Como ella solo quería alquilar sillas, los dueños de la tienda no hacían más que preguntarle: “¿No necesita mesas? ¿Cómo van a comer, si no?”.

La hermana Badridze consiguió acomodar a todos en su apartamento. Por increíble que parezca, asistieron 200 personas. ¡Con razón tantos vecinos le hicieron preguntas sobre los testigos de Jehová!

Una Conmemoración inolvidable

En 1992, los hermanos alquilaron grandes auditorios en varias partes del país para celebrar la Conmemoración. Davit Samkharadze, que vivía en Gori, recuerda la ocasión en la que el superintendente viajante preguntó acerca de los planes para la Conmemoración.

Al enterarse de que los publicadores iban a reunirse en una casa, preguntó: “¿No hay un auditorio grande en la ciudad? ¿Por qué no lo alquilan?”. Como el auditorio tenía capacidad para más de mil personas, los publicadores, que eran poco más de cien, no pensaban que les hiciera falta un lugar tan grande.

Entonces, el superintendente viajante les comentó: “Si cada publicador trae a diez personas, llenarán todo el auditorio”. Aunque aquella meta pudiera parecer poco realista, los publicadores se esforzaron mucho por alcanzarla. ¡Qué gran sorpresa se llevaron al ver que hubo nada más y nada menos que 1.036 asistentes! *

Precursores incansables llegan a nuevos territorios

Para 1992, todavía quedaban regiones en las que los Testigos no habían predicado. Teniendo en cuenta la profunda crisis económica que había en el país, ¿cómo llegarían a esos nuevos territorios?

Tamazi Biblaia, que vivía en Georgia occidental por aquel entonces, recuerda: “Un superintendente viajante se reunió con algunos de nosotros para ver qué se podía hacer. No teníamos mucha información sobre cómo organizar el sistema de precursores especiales, pero sabíamos que había que predicar con urgencia” (2 Tim. 4:2). De modo que seleccionaron a 16 precursores y los asignaron a diferentes lugares del país (vea el mapa adjunto).

Lugares donde algunos precursores sirvieron durante cinco meses.

En mayo de 1992, se llevó a cabo una reunión de tres horas en Tiflis para animar a los precursores que habían sido destinados por cinco meses a los nuevos territorios. Cada mes, los ancianos los visitaron para fortalecerlos y darles la ayuda material que necesitaron.

Manea Aduashvili y Nazy Zhvania fueron dos precursoras asignadas a una ciudad llamada Ozurgeti. Manea, que entonces tenía 60 años, recuerda: “Sabíamos que cerca de Ozurgeti vivía una señora interesada en la verdad. Así que tan pronto nos mudamos, hicimos planes para visitarla. Cuando llegamos a la casa, nos estaba esperando. ¡Y había invitado a 30 personas más! Ese día comenzamos varios cursos bíblicos”.

Los meses siguientes fueron igual de productivos. En tan solo cinco meses, 12 publicadores estaban listos para bautizarse.

Los esfuerzos valen la pena

Pavle Abdushelishvili y Paata Morbedadze, otros dos hermanos precursores, fueron enviados a Tsageri. Esta localidad está situada en una región de fuertes tradiciones mezcladas con enseñanzas de la cristiandad.

Paisaje cerca de Tsageri

El crudo invierno se acercaba y los cinco meses que Pavle y Paata debían estar en Tsageri iban llegando a su fin. A Paata lo invitaron a servir en otro lugar para traducir publicaciones. Así que su compañero, Pavle, tenía que tomar una decisión. Él cuenta: “Sabía que quedarme en Tsageri durante el invierno sería duro. Pero nuestros estudiantes de la Biblia necesitaban ayuda, así que decidí quedarme”.

Pavle recuerda: “Me fui a vivir con una familia. Predicaba la mayor parte del día y por la tarde me unía a la familia alrededor de la estufa de leña que tenían en la sala, situada en la planta baja. Cuando llegaba la hora de subir a mi habitación, me ponía un gorro calentito y me echaba una manta gruesa por encima”.

Cuando los ancianos fueron a ver a Pavle en la primavera, ya había 11 personas que reunían los requisitos para ser publicadores. Al poco tiempo, todas se bautizaron.

^ párr. 20 En 1992, había 1.869 publicadores en Georgia, y la asistencia a la Conmemoración fue de 10.332 personas.