Salmos 36:1-12

  • El valioso amor leal de Dios

    • El malvado no teme a Dios (1)

    • Dios, la fuente de la vida (9)

    • “Gracias a tu luz podemos ver la luz” (9)

Al director. Del siervo de Jehová, David. 36  El pecado le habla al malvado desde el fondo de su corazón;no hay temor de Dios ante sus ojos.+   Porque él es tan importante a sus propios ojosque ni nota su error ni lo odia.+   Las palabras de su boca hieren y engañan;no es perspicaz para hacer el bien.   Hasta en su cama hace planes malvados. Se aferra a un camino que no es bueno;no rechaza lo que es malo.   Oh, Jehová, tu amor leal alcanza los cielos,+y tu fidelidad, las nubes.   Tu justicia es como montañas majestuosas;*+tus decisiones judiciales, como inmensas aguas profundas.+ Oh, Jehová, tú mantienes* a hombres y animales.+   Oh, Dios, ¡qué valioso es tu amor leal!+ A la sombra de tus alas se refugian los hijos de los hombres.+   Beben hasta saciarse de la abundancia* de tu casa,+y tú haces que beban del torrente de tus delicias.+   En ti está la fuente de la vida;+gracias a tu luz podemos ver la luz.+ 10  Sigue mostrándoles tu amor leal a los que te conocen+y tu justicia a los que son rectos de corazón.+ 11  Que no me pisoteen los pies del arroganteni me expulsen las manos del malvado. 12  Ahí están caídos los que hacen el mal;los han derribado y no se pueden levantar.+

Notas

Lit. “como montañas de Dios”.
O “salvas”.
Lit. “gordura”.