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¿Da gloria a Dios nuestra forma de vestir?

¿Da gloria a Dios nuestra forma de vestir?

“Hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 CORINTIOS 10:31).

CANCIONES 34 Y 61

1, 2. ¿Por qué es importante para los testigos de Jehová vestir de un modo adecuado? (Vea la foto del principio del artículo).

UN PERIÓDICO holandés habló de cómo iban vestidos unos líderes religiosos cuando asistieron a una de sus reuniones. Dijo que muchos de estos líderes llevaron ropa casual, sobre todo porque hacía calor. Este periódico también habló de los testigos de Jehová que fueron a una asamblea, y dijo que ellos vestían de forma diferente. El periódico dijo que los niños y los hombres llevaban corbata y saco (chaqueta). También dijo que las niñas y las mujeres llevaban faldas modernas, pero de un largo apropiado. A los testigos de Jehová los felicitan con frecuencia por su manera de vestir. El apóstol Pablo dijo que los cristianos deben vestir “con modestia y buen juicio”, porque eso es lo que se espera de los siervos de Dios (1 Timoteo 2:9, 10). Aunque aquí Pablo estaba hablando de las mujeres, la norma también vale para los hombres.

2 Para los siervos de Dios es importante vestir de un modo adecuado porque para el Dios al que servimos también es importante (Génesis 3:21). Jehová es el Rey del universo. Y la Biblia deja claro que él tiene normas sobre la forma como quiere que se vistan sus siervos. Así que la ropa que elijamos no debería gustarnos solo a nosotros. Lo más importante es que le guste a Jehová, nuestro Dios y Rey.

3. ¿Qué nos enseña la ley de Moisés sobre la forma de vestir?

3 En la ley de Moisés había normas que protegían a los israelitas de las vidas tan inmorales que llevaban las naciones cercanas. La Ley mostraba que Jehová odia la forma de vestir que no permite ver de forma clara la diferencia que hay entre un hombre y una mujer (lea Deuteronomio 22:5). La ley de Moisés nos enseña que a Jehová no le gusta ni la ropa que hace que los hombres se vean como mujeres, ni la ropa que hace que las mujeres se vean como hombres, ni la ropa que hace difícil ver la diferencia entre los hombres y las mujeres.

4. ¿Qué puede ayudar a los cristianos a tomar buenas decisiones sobre la forma de vestir?

4 Los principios bíblicos pueden ayudarnos a tomar buenas decisiones sobre nuestra forma de vestir. Estos principios son válidos sin importar el clima, la cultura o el país en el que vivamos. No necesitamos una larga lista que nos diga qué ropa podemos ponernos o no. Solo necesitamos seguir los principios de la Biblia, que nos permiten ponernos cosas que nos gustan. Veamos algunos principios que pueden ayudarnos a saber cuál es “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios” cuando vayamos a decidir cómo vestirnos (Romanos 12:1, 2).

“NOS RECOMENDAMOS COMO MINISTROS DE DIOS”

5, 6. ¿Qué efecto debería tener nuestra ropa en los demás?

5 Jehová hizo que el apóstol Pablo escribiera el importante principio que leemos en 2 Corintios 6:4 (léalo). Nuestra apariencia dice mucho de nosotros y hace que la gente se forme una opinión de nosotros (1 Samuel 16:7). Como somos siervos de Dios, no debemos ponernos algo solo porque sea cómodo o porque nos guste. Los principios de la Biblia deberían ayudarnos a evitar ropa ajustada, reveladora o sexy. Es decir, debemos evitar la ropa que enseña o resalta partes privadas de nuestro cuerpo. Nadie debería sentirse incómodo ni tener que mirar a otro lado al ver cómo vamos vestidos.

Si vamos limpios, bien arreglados y con ropa decente, es probable que las personas sientan más respeto por nosotros como siervos de Jehová

6 Si vamos limpios, bien arreglados y con ropa decente, es probable que las personas sientan más respeto por nuestra organización y por nosotros como siervos de Jehová. Hasta puede que se interesen más en el Dios al que adoramos. Y es más probable que escuchen nuestro mensaje salvador.

7, 8. ¿Cuándo es muy importante que vistamos de manera adecuada?

7 Por respeto a nuestro Dios santo, a los hermanos y a las personas del territorio, debemos vestirnos de una manera que honre a Jehová y al mensaje que predicamos (Romanos 13:8-10). Vestir bien es muy importante, sobre todo cuando vamos a las reuniones o a la predicación. Nuestra forma de vestir debe ser propia de alguien que adora a Dios (1 Timoteo 2:10). Claro, hay ropa que puede ser apropiada en un lugar pero no ser apropiada en otro. Así que sin importar dónde vivamos, los testigos de Jehová debemos vestir de una forma que no ofenda a los demás.

Nuestra forma de vestir, ¿hará que los demás respeten al Dios al que representamos? (Vea los párrafos 7 y 8).

8 (Lea 1 Corintios 10:31). Cuando vamos a las asambleas, nuestra ropa debe ser adecuada y modesta. No debemos imitar los estilos de vestir extremos que son comunes en el mundo. Tampoco debemos vestir de forma demasiado casual o descuidada ni antes ni después de la asamblea, ni cuando llegamos al hotel ni cuando nos vamos. De esta manera, nos sentiremos orgullosos de decir que somos testigos de Jehová y estaremos listos para predicar en cualquier momento.

9, 10. ¿Qué efecto debería tener Filipenses 2:4 en nuestra forma de vestir?

9 (Lea Filipenses 2:4). ¿Por qué debemos interesarnos en el efecto que nuestra forma de vestir tiene en nuestros hermanos? Una razón es que los siervos de Dios se esfuerzan mucho por seguir este consejo: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual” (Colosenses 3:2, 5). Algunos de nuestros hermanos cometían pecados sexuales antes de ser testigos de Jehová, y puede que todavía estén luchando con malos deseos. Si no tenemos cuidado, nuestra forma de vestir puede hacer que les cueste más obedecer los consejos de la Biblia y luchar contra esos deseos (1 Corintios 6:9-11). ¿Verdad que no queremos que pase eso?

10 Cuando estamos con nuestros hermanos, estamos en un ambiente limpio que nos protege de gente que promueve pecados sexuales. Vestir de manera adecuada nos ayuda a cuidar este ambiente, tanto en el Salón del Reino como en cualquier otro lugar. Es verdad que tenemos la libertad de escoger la ropa que nos ponemos. Pero también tenemos la responsabilidad de ponernos ropa que les ayude a los demás a pensar, hablar y actuar de una manera que Dios considere limpia (1 Pedro 1:15, 16). El amor verdadero “no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses” (1 Corintios 13:4, 5).

LA ROPA ADECUADA PARA EL MOMENTO Y EL LUGAR ADECUADOS

11, 12. ¿Cómo nos ayuda Eclesiastés 3:1, 17 a ser razonables?

11 Al elegir cómo vamos a vestirnos, los siervos de Dios sabemos que “hay un tiempo para todo asunto” (Eclesiastés 3:1, 17). El clima, la época del año y otras circunstancias pueden influir en nuestra forma de vestir. Pero las normas de Jehová son siempre las mismas (Malaquías 3:6).

Las normas de Jehová son siempre las mismas

12 En países de clima caliente es más difícil escoger ropa decente y modesta. Nuestros hermanos y hermanas agradecen que no llevemos ropa tan ajustada o suelta que sea reveladora (Job 31:1). Incluso si estamos en la playa o en una piscina, nuestro traje de baño debe ser modesto (Proverbios 11:2, 20). Muchas personas en el mundo llevan ropa de baño reveladora. Pero nosotros debemos asegurarnos de que la nuestra honre a Jehová, que es un Dios santo.

13. ¿Por qué debemos recordar el consejo de 1 Corintios 10:32, 33 cuando escogemos ropa?

13 Hay otro principio importante que debemos seguir cuando escogemos ropa. Debemos tener cuidado de no ofender la conciencia de los demás (lea 1 Corintios 10:32, 33). Tenemos la responsabilidad de no ponernos ropa que pueda ofender a los hermanos y hermanas, o a quienes no sirven a Jehová. El apóstol Pablo escribió: “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para la edificación de este”. Y luego explicó por qué: “Porque hasta el Cristo no se agradó a sí mismo” (Romanos 15:2, 3). Para Jesús, hacer la voluntad de Dios y ayudar a los demás era más importante que sus gustos personales. Para nosotros debe ser lo mismo. Por eso, nunca llevaremos ropa que nos guste pero que podría hacer que algunos no escucharan nuestro mensaje.

14. ¿Cómo pueden los padres enseñar a sus hijos a honrar a Dios por su manera de vestir?

14 Los padres cristianos tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a seguir los principios bíblicos. Esta responsabilidad incluye asegurarse de que ellos y sus hijos se vistan y se arreglen de una manera modesta que haga feliz a Jehová (Proverbios 22:6; 27:11). ¿Cómo pueden los padres enseñarles a sus hijos a respetar a nuestro Dios y sus normas? Dándoles un buen ejemplo y enseñándoles con amor cómo y dónde encontrar ropa adecuada. Los padres también deben enseñar a sus hijos que lo más importante no es solo escoger ropa que les guste, sino escoger ropa que honre a Jehová, el Dios al que representan.

USEMOS NUESTRA LIBERTAD CON SABIDURÍA

15. ¿Qué debe ayudarnos a tomar decisiones sabias?

15 La Biblia es una guía práctica que puede ayudarnos a tomar decisiones sabias que honren a Dios. Aun así, es normal que nuestra ropa refleje nuestro gusto personal. Los estilos que nos gustan y la ropa que nos compramos pueden ser diferentes de los de los demás. Pero nuestra ropa siempre debe estar limpia y en buen estado, y debe ser modesta, adecuada para cada ocasión y aceptable en el lugar donde vivimos.

16. ¿Por qué vale la pena que nos esforcemos por vestir bien?

16 No siempre es fácil encontrar ropa que sea modesta y adecuada. Muchas tiendas solo venden lo que está de moda. Así que tal vez necesitemos más tiempo y esfuerzo para encontrar faldas, blusas y vestidos modestos, o para encontrar trajes y pantalones que no sean demasiado ajustados. Pero el esfuerzo vale la pena. ¿Por qué? Primero, porque nuestros hermanos lo notarán y agradecerán que nos esforcemos por vestirnos de manera bonita y adecuada. Y segundo, porque le daremos gloria a nuestro amoroso Padre celestial. La satisfacción de darle gloria a Jehová será mayor que cualquier sacrificio que tengamos que hacer para vestirnos bien.

17. ¿Cuáles son algunos factores que un hermano debe tomar en cuenta si está pensando en dejarse la barba?

17 ¿Es apropiado que los hermanos lleven barba? La ley de Moisés mandaba que los hombres llevaran barba. Pero los cristianos no estamos bajo esta Ley ni estamos obligados a obedecerla (Levítico 19:27; 21:5; Gálatas 3:24, 25). En algunas culturas puede ser aceptable y respetable que alguien lleve una barba bien recortada, y puede que eso no tenga ningún efecto negativo en que las personas escuchen el mensaje. En esas culturas algunos hermanos nombrados tienen barba. Aun así, en esos lugares es posible que algunos hermanos decidan no llevarla (1 Corintios 8:9, 13; 10:32). Hay otras culturas o lugares donde los hombres no tienen la costumbre de llevar barba, y no se considera aceptable que los ministros cristianos la lleven. Si allí un hermano se deja la barba, puede que no le esté dando gloria a Dios y que no se le considere “irreprensible” (1 Timoteo 3:2, 7; Romanos 15:1-3).

18, 19. ¿Cómo nos ayuda Miqueas 6:8?

18 Estamos muy agradecidos de que Jehová no nos dé listas largas sobre cómo podemos o no vestirnos y arreglarnos. Más bien, nos da la libertad de tomar decisiones razonables con la ayuda de los principios bíblicos. Así que hasta cuando tomamos decisiones sobre cómo vestirnos y arreglarnos, podemos demostrar que queremos ser modestos al servir a nuestro Dios, como dice Miqueas 6:8.

19 Debemos ser modestos y reconocer que Jehová es puro y santo, y que sus normas son la mejor guía para nosotros. Si queremos ser modestos y humildes, seguiremos sus normas en nuestra vida. Además, ser modestos hará que respetemos los sentimientos y opiniones de otras personas.

20. ¿Qué efecto debería tener en los demás nuestra forma de vestirnos y arreglarnos?

20 Nuestra ropa debería dejar muy claro que somos siervos de Jehová. Las normas de Dios son elevadas, y nosotros las seguimos con gusto. Los hermanos y hermanas en general merecen felicitaciones por su apariencia y su buena conducta. Ellos atraen a las personas sinceras hacia el mensaje salvador de la Biblia y le dan gloria y alegría a Jehová. Si tomamos buenas decisiones sobre nuestra forma de vestir, seguiremos dándole gloria al Dios que se viste “con dignidad y esplendor” (Salmo 104:1, 2).