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Apreciemos que Jehová sea nuestro Alfarero

Apreciemos que Jehová sea nuestro Alfarero

“Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (ISAÍAS 64:8).

CANCIONES 89 Y 26

1. ¿Por qué es Jehová el mejor Alfarero?

EN NOVIEMBRE DE 2010, alguien ofreció pagar casi 70 millones de dólares por una antigua vasija china que se estaba vendiendo en Inglaterra. Es impresionante ver cómo un alfarero puede usar algo tan común y barato como el barro para crear algo tan bonito y valioso. Jehová es como un alfarero. Pero él es el mejor Alfarero, mucho más experto que cualquier alfarero humano. La Biblia dice que Jehová usó “barro del suelo” para crear a un hombre perfecto, llamado Adán (Génesis 2:7, nota). Ese hombre era “hijo de Dios” y fue creado con la capacidad de copiar las cualidades de Jehová (Lucas 3:38).

2, 3. ¿Cómo podemos imitar la actitud de los israelitas arrepentidos?

2 Cuando Adán se rebeló contra su Creador, dejó de ser hijo de Dios. Pero muchos de sus descendientes decidieron apoyar a Jehová como su gobernante (Hebreos 12:1). Ellos obedecieron con humildad a su Creador. Así rechazaron a Satanás y demostraron que querían que Jehová fuera su Padre y su Alfarero (Juan 8:44). Su lealtad a Dios nos recuerda lo que los israelitas arrepentidos dijeron en una ocasión: “Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Isaías 64:8) (vea el recuadro “¿Qué significa?”).

3 Hoy día, los verdaderos siervos de Dios nos esforzamos por imitar esa actitud y obedecer con humildad a nuestro Creador. Para nosotros es un honor decir que Jehová es nuestro Padre. Queremos que él sea nuestro Alfarero. Por eso debemos preguntarnos: “¿Soy como barro fácil de moldear que Dios puede usar para crear una valiosa vasija? ¿Veo a mis hermanos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando?”. Para ayudarnos a tener la actitud correcta, en este artículo veremos tres cosas. Primero, cómo elige Jehová a los que moldea. Segundo, por qué los moldea. Y tercero, cómo los moldea.

¿CÓMO ELIGE JEHOVÁ A LOS QUE MOLDEA?

4. ¿Cómo escoge Jehová a los que atrae? Ponga algún ejemplo.

4 Jehová no ve a las personas como nosotros las vemos. Él mira en el corazón de cada persona y ve cómo es en realidad (lea 1 Samuel 16:7b). Una prueba de esto es cuando él formó la congregación cristiana. Él atrajo hacia él mismo y hacia su Hijo a muchas personas que podían parecer poco valiosas (Juan 6:44). Una de esas personas fue un líder religioso judío llamado Saulo. Era un hombre orgulloso y violento que perseguía a los cristianos y decía mentiras sobre ellos (1 Timoteo 1:13). Pero Jehová miró en su corazón y vio que Saulo no era como barro que no servía para nada (Proverbios 17:3). Al contrario, Dios vio que Saulo era como barro que podía llegar a ser “un vaso escogido” que predicaría “a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel” (Hechos 9:15). Jehová también eligió a otras personas y moldeó a cada una como si fuera una vasija “para uso honroso” (Romanos 9:21). Algunas de esas personas robaban, se emborrachaban y cometían pecados sexuales (1 Corintios 6:9-11). Pero cuando aprendieron de Dios, fueron fortaleciendo su fe y dejando que él las moldeara.

No debemos juzgar de manera negativa ni a nuestros hermanos ni a las personas a quienes predicamos

5, 6. a) Si confiamos en que Jehová es nuestro Alfarero, ¿cómo veremos a las personas del territorio? b) Si confiamos en que Jehová es nuestro Alfarero, ¿cómo veremos a los hermanos de la congregación?

5 Confiamos en que Jehová puede elegir y atraer a las personas correctas. Por eso no debemos juzgar de manera negativa ni a nuestros hermanos ni a las personas a quienes predicamos. Tampoco pensemos que una persona nunca se hará testigo de Jehová. Veamos el ejemplo de un hombre llamado Michael. Él dice: “Cuando los testigos de Jehová me visitaban, les cerraba la puerta y hacía como si no existieran. Era muy maleducado con ellos. Más tarde, conocí en otro lugar a una familia que me impresionó por su buena conducta. Un día me enteré de que eran testigos de Jehová. Me quedé con la boca abierta. Su comportamiento hizo que me preguntara por qué tenía esos prejuicios. Enseguida me di cuenta de que mi actitud se basaba en la ignorancia y en rumores”. Michael quiso saber más sobre los Testigos, así que aceptó un curso bíblico. Con el tiempo se bautizó y llegó a servir a tiempo completo.

6 Si confiamos en que Jehová es nuestro Alfarero, nuestra actitud hacia los hermanos de la congregación también será más positiva. Los veremos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando. Así es como Jehová los ve. Él ve cómo son por dentro y sabe que su imperfección es temporal. Además, sabe la clase de personas que pueden llegar a ser (Salmo 130:3). ¿Cómo podemos imitar a Jehová? Viendo a los hermanos con una actitud positiva. Hasta podemos colaborar con Dios y ayudar a nuestros hermanos a seguir cambiando (1 Tesalonicenses 5:14, 15). En esto, los ancianos de congregación deben dar un buen ejemplo (Efesios 4:8, 11-13).

¿POR QUÉ NOS MOLDEA JEHOVÁ?

7. ¿Por qué debemos agradecer la disciplina de Jehová?

7 Algunas personas dicen que uno solo valora de verdad la disciplina de sus padres cuando tiene sus propios hijos. Cuando nos hacemos mayores, valoramos más la disciplina de nuestros padres porque entendemos que nos la dieron por amor (lea Hebreos 12:5, 6, 11). Jehová nos quiere porque somos sus hijos. Por eso nos disciplina y nos moldea con paciencia. Quiere que tomemos buenas decisiones, que seamos felices y que lo amemos como nuestro Padre (Proverbios 23:15). No quiere vernos sufrir ni que tengamos que morir porque no nos arrepintamos de nuestros pecados (Efesios 2:2, 3).

Jehová nos quiere porque somos sus hijos, y por eso nos disciplina y moldea con paciencia

8, 9. a) ¿Cómo nos enseña Jehová en la actualidad? b) En el futuro, ¿cómo nos seguirá educando Jehová?

8 Antes de conocer a Jehová, quizás teníamos una personalidad que no le agradaba. Pero él nos fue moldeando y nos ayudó a cambiar, y ahora somos mejores personas (Isaías 11:6-8; Colosenses 3:9, 10). Hoy día, Jehová nos está moldeando y educando por medio de un ambiente especial que llamamos paraíso espiritual. En este paraíso nos sentimos seguros aunque vivimos en un mundo muy malo. Además, los hermanos que se criaron en una familia sin cariño disfrutan en este paraíso espiritual del amor verdadero de sus hermanos cristianos (Juan 13:35). Y todos hemos aprendido a demostrar amor a los demás. Pero lo más importante es que ahora conocemos a nuestro Padre celestial y disfrutamos de su amor (Santiago 4:8).

9 En el nuevo mundo disfrutaremos de todas las bendiciones del paraíso espiritual. También disfrutaremos de vivir en un paraíso literal bajo el Reino de Dios. En ese tiempo, Jehová nos seguirá moldeando y educando de maneras tan maravillosas que hoy día ni siquiera podemos imaginar (Isaías 11:9). Dios también hará que nuestra mente y nuestro cuerpo sean perfectos. Entonces se nos hará más fácil aprender de él y obedecerle a la perfección. Por eso, sigamos dejando que Jehová nos moldee. Demostrémosle que agradecemos que nos demuestre su amor de esta manera (Proverbios 3:11, 12).

¿CÓMO NOS MOLDEA JEHOVÁ?

10. ¿Cómo reflejó Jesús la paciencia y la habilidad del Gran Alfarero?

10 Tal como un buen alfarero conoce bien el barro que moldea, Jehová nos conoce muy bien a nosotros. Sabe cuáles son nuestros defectos, nuestras limitaciones y las cosas en las que hemos mejorado como cristianos. Cuando nos moldea, él toma en cuenta estos detalles (lea Salmo 103:10-14). Para entender mejor cómo nos ve Jehová, pensemos en cómo reaccionaba Jesús cuando los apóstoles cometían errores. A veces, ellos discutían sobre quién era el más importante. Si hubiéramos estado allí, ¿qué habríamos pensado de los apóstoles? Quizás habríamos pensado que eran como un barro difícil de moldear. Pero Jesús no los vio así. Él sabía que podía ayudarlos a cambiar. ¿Cómo? Ofreciéndoles consejos con paciencia y bondad, y dándoles un buen ejemplo de humildad (Marcos 9:33-37; 10:37, 41-45; Lucas 22:24-27). Después de que Jesús resucitó, los apóstoles recibieron el espíritu santo y no volvieron a preocuparse por quién era el más importante. Más bien, se concentraron en hacer la obra que Jesús les mandó (Hechos 5:42).

11. a) ¿De qué manera demostró David que era como barro blando? b) ¿Cómo podemos imitarlo?

11 Hoy día, Jehová usa la Biblia, su espíritu santo y la congregación para moldearnos. Si queremos que la Biblia nos moldee, tenemos que leerla, pensar en lo que leemos y pedirle a Dios que nos ayude a obedecer. El rey David le dijo a Jehová: “Durante las vigilias de la noche medito en ti” (Salmo 63:6). Y también escribió: “Bendeciré a Jehová, que me ha dado consejos. Realmente, durante las noches mis emociones más profundas me han corregido” (Salmo 16:7, nota). Como vemos, David era como barro blando. Él pensaba en los consejos de Jehová y dejaba que moldearan sus pensamientos y sentimientos más profundos. Hasta se dejaba moldear cuando algún consejo se le hacía difícil de aceptar (2 Samuel 12:1-13). ¿Cómo podemos imitar su buen ejemplo de humildad y obediencia? Preguntémonos: “Cuando leo la Biblia, ¿medito y dejo que los consejos de Jehová moldeen mis pensamientos y sentimientos? ¿Puedo hacerlo todavía mejor?” (Salmo 1:2, 3).

12, 13. ¿Cómo usa Jehová el espíritu santo y la congregación cristiana para moldearnos?

12 El espíritu santo también nos puede moldear de varias maneras. Por ejemplo, puede ayudarnos a copiar la forma de ser de Jesús y a tener las cualidades del fruto del espíritu (Gálatas 5:22, 23). Una de esas cualidades es el amor. Como nosotros amamos a Dios, queremos obedecerle y dejar que nos moldee porque sabemos que todo lo que nos manda es por nuestro bien. Además, el espíritu santo puede darnos fuerzas para no dejar que este mundo malo nos moldee (Efesios 2:2). Pensemos en el apóstol Pablo. Cuando era joven, estaba influido por los orgullosos líderes religiosos judíos. Pero el espíritu santo lo ayudó a cambiar. Por eso más tarde escribió: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filipenses 4:13). Nosotros también debemos pedirle con sinceridad a Jehová que nos dé espíritu santo, y él responderá nuestras oraciones (Salmo 10:17).

Jehová usa a los ancianos para moldearnos, así que debemos seguir los consejos que nos dan. (Vea los párrafos 12 y 13).

13 Jehová también usa a la congregación y a los ancianos para moldearnos. Por ejemplo, cuando los ancianos ven que tenemos una debilidad, tratan de ayudarnos. Pero no nos dan consejos basados en sus propias ideas (Gálatas 6:1). Más bien, son humildes y le piden a Jehová que les dé entendimiento y sabiduría. Luego buscan información en la Biblia y en nuestras publicaciones para aconsejarnos bien. Así que cuando los ancianos nos den un consejo por amor sobre nuestra forma de vestir o sobre otro asunto, recordemos que eso es una prueba de que Dios nos ama. Si seguimos sus consejos, seremos como barro blando que Jehová puede moldear. Y eso nos beneficiará.

14. Aunque Jehová tiene autoridad sobre el barro, ¿cómo respeta nuestra libertad de decidir?

14 Si entendemos cómo nos moldea Jehová, nos llevaremos mejor con nuestros hermanos. Además, seremos más positivos con las personas del territorio y con nuestros estudiantes de la Biblia. En tiempos bíblicos, antes de que un alfarero moldeara el barro, poco a poco tenía que limpiarlo y quitarle las piedras. En el caso de Jehová, él ayuda a las personas que quieren dejarse moldear como barro. Pero siempre respeta su libertad de decidir. No las obliga a cambiar. Más bien, poco a poco les enseña cuáles son sus normas y deja que decidan si van a cambiar.

15, 16. ¿Cómo demuestran los estudiantes de la Biblia que quieren que Jehová los moldee? Ponga un ejemplo.

15 Veamos el caso de Tessie, una hermana que vive en Australia. Cuando empezó a estudiar la Biblia, se le hizo fácil entender lo que iba aprendiendo. Pero no hacía cambios en su vida ni iba a las reuniones. La Testigo que le enseñaba de la Biblia oró a Jehová y decidió dejar de darle clases. Entonces pasó algo sorprendente. Mientras estudiaban, Tessie le explicó a la Testigo por qué no estaba haciendo cambios. Le dijo que se sentía hipócrita porque le encantaba jugar por dinero. Pero entonces le dijo que había decidido no volver a jugar.

16 Poco después, Tessie empezó a ir a las reuniones y a mostrar cualidades cristianas, a pesar de que sus anteriores amigos se burlaban de ella. Con el tiempo se bautizó y se hizo precursora regular incluso mientras tenía hijos pequeños. Sin duda, cuando un estudiante de la Biblia empieza a hacer cambios en su vida, Jehová se acerca a él y lo moldea para que llegue a ser como una vasija muy valiosa.

17. a) ¿Por qué le agrada a usted que Jehová sea su Alfarero? b) ¿Qué veremos en el siguiente artículo?

17 Hoy día hay lugares donde los alfareros todavía crean preciosas vasijas moldeando el barro con sus propias manos. De forma parecida, Jehová nos da consejos para moldearnos con paciencia, y luego se fija con atención en cómo reaccionamos (lea Salmo 32:8). ¿Vemos que Jehová se interesa en cada uno de nosotros? ¿Notamos cómo nos va moldeando con cuidado? ¿Qué nos ayudará a seguir siendo como barro que Jehová puede moldear? ¿Qué debemos evitar si no queremos ser como barro que no se puede moldear? ¿Y cómo pueden los padres colaborar con Jehová para moldear a sus hijos? Lo veremos en el siguiente artículo.