¿Predijo la Biblia cómo sería la gente en nuestros días?
La respuesta que da la Biblia
Sí. La Biblia predijo que en nuestros días la gente sería cada vez peor y que por eso los valores morales y sociales se vendrían abajo (2 Timoteo 3:1-5). a Pero la Biblia también predijo que no toda la gente sería así, sino que con la ayuda de Dios muchas personas se esforzarían por pensar y actuar de la forma que a él le gusta (Isaías 2:2, 3).
En este artículo responderemos estas preguntas:
¿Qué predijo la Biblia sobre la forma de pensar y actuar de la gente de hoy día?
La Biblia describe algunas características que serían comunes en las personas, y todas ellas nacen del egoísmo. La gente no tendría autocontrol, solo se amaría a sí misma y amarían los placeres en vez de a Dios (2 Timoteo 3:2-4).
Esta profecía se está cumpliendo claramente. Las personas hoy solo viven centradas en sí mismas, en lo que les conviene, en sentir que son felices y que han logrado algo en la vida, etc. Y estas características son tan comunes que a algunos grupos se les ha llamado la generación Yo e incluso la generación Yo yo yo. Muchas personas piensan tanto en sí mismas que no aman lo que es bueno y ni siquiera saben valorar las buenas cualidades. Son desagradecidas y no sienten la necesidad de dar las gracias por lo que tienen o por lo que otros hacen por ellas (2 Timoteo 3:2, 3).
El egoísmo es la raíz de otras características que, según la Biblia, la gente tendría en nuestros días. Serían:
Ambiciosos. Muchas personas aman el dinero. Miden su éxito en la vida por el dinero y las cosas que tienen (2 Timoteo 3:2).
Orgullosos. Muchos son “fanfarrones, arrogantes” y están “llenos de orgullo” (2 Timoteo 3:2, 4). Presumen y exageran sus habilidades, virtudes y el dinero que tienen.
Calumniadores. Por todas partes hay gente que va diciendo blasfemias y calumnias (2 Timoteo 3:2, 3). Es decir, estas personas insultan a otros o a Dios, y dicen mentiras sobre ellos.
Tercos. Muchos son “desleales”, no están “dispuestos a llegar a ningún acuerdo”, son “traicioneros y testarudos” (2 Timoteo 3:2-4). Y esto lo demuestran cuando se niegan a ceder, a buscar soluciones o a cumplir con su palabra.
Violentos. Muchas personas son feroces, se enojan fácilmente, y esto en ocasiones las lleva a actuar de forma violenta o extremadamente cruel (2 Timoteo 3:3).
Rebeldes. Jesús predijo que durante nuestros días iba a “aumentar la maldad”, es decir, que más y más personas violarían las leyes (Mateo 24:12; nota). También dijo que habría “disturbios” o “revueltas” (Lucas 21:9; nota).
No amarían a su familia. Como muchos son “desobedientes a los padres” y no tienen “cariño natural”, en las familias cada vez hay más personas que están desatendidas o sufren abusos y se las trata con violencia (2 Timoteo 3:2, 3).
Serían hipócritas al adorar a Dios. Cada día hay más personas que aparentan “tener devoción a Dios” (2 Timoteo 3:5). Pero, en vez de hacer lo que Dios quiere, solo hacen caso a sus líderes religiosos porque les dicen lo que quieren oír (2 Timoteo 4:3, 4).
¿Cómo afectaría el egoísmo de las personas a los demás?
Como muchísima gente es egoísta, ahora más que nunca hay personas que sufren problemas mentales y emocionales (Eclesiastés 7:7). Por ejemplo, muchos que aman el dinero engañan a otras personas y se aprovechan de ellas. Quienes no muestran cariño natural quizás abusen de los miembros de su familia, y estos pueden llegar a sufrir depresión o a querer suicidarse. Y quienes son desleales o traicionan a otros dejan profundas heridas emocionales en sus víctimas.
¿Por qué las personas en general irían de mal en peor?
La Biblia explica las verdaderas razones por las que la gente ha cambiado:
El amor sincero por Dios y por las personas se está enfriando, y por eso cada vez hay más egoísmo (Mateo 24:12).
Satanás, el Diablo, fue echado del cielo y arrojado a la Tierra (Apocalipsis 12:9, 12). Desde entonces, ha hecho todo lo posible para que las personas sean aún más egoístas (1 Juan 5:19).
¿Qué deberíamos hacer cuando la gente a nuestro alrededor actúa mal?
La Palabra de Dios dice: “Aléjate de ellos” (2 Timoteo 3:5). Esto no significa que debamos evitar estar con otras personas, pero sí que evitemos tener una amistad estrecha con quienes son egoístas y viven apartados de Dios (Santiago 4:4).
¿Se comportarían cada vez peor todas las personas?
No. La Biblia predijo que habría personas que suspirarían y se lamentarían “por todas las cosas detestables que se están haciendo” (Ezequiel 9:4). Dejarían a un lado el egoísmo y permitirían que las normas de Dios guiaran sus vidas. Por su forma de hablar y actuar, demostrarían que son diferentes (Malaquías 3:16, 18). Por ejemplo, se esforzarían por estar en paz con todos y no participarían en guerras ni actos violentos (Miqueas 4:3).
¿Se hundirá la sociedad en un caos total?
No, la sociedad no se vendrá abajo por completo. Dios pronto acabará con todos los que no quieren obedecerle (Salmo 37:38). Hará que haya “una nueva tierra”, es decir, una nueva sociedad formada por personas que vivirán para siempre en paz (2 Pedro 3:13; Salmo 37:11, 29). Podemos estar seguros de que esto ocurrirá, porque incluso ahora la Biblia está ayudando a muchas personas a cambiar sus vidas para vivir de la forma que Dios quiere (Efesios 4:23, 24).
a Las profecías de la Biblia y las condiciones del mundo nos demuestran que estamos viviendo “en los últimos días”, que serían tiempos “críticos” o “peligrosos” (2 Timoteo 3:1; Reina-Valera, 1960). Si quiere saber más, lea el artículo “¿Cuál es la señal de ‘los últimos días’ o de ‘los tiempos finales’?”.