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El Libro del Juicio Final: un censo extraordinario

El Libro del Juicio Final: un censo extraordinario

El Libro del Juicio Final: un censo extraordinario

Guillermo I, duque de Normandía (región de Francia), conquistó Inglaterra en el año 1066. Diecinueve años más tarde mandó hacer un registro catastral en sus recién adquiridos dominios. La información compilada llegó a conocerse como el Domesday Book (o Libro del Juicio Final). ¿Qué lo hace uno de los documentos históricos más importantes de Inglaterra?

GUILLERMO desembarcó cerca de Hastings (Inglaterra) en septiembre de 1066 y allí derrotó, el 14 de octubre, a las fuerzas del rey Harold de Inglaterra, quien murió en la batalla. El día de Navidad de ese mismo año, el hombre a quien la historia conocería como Guillermo el Conquistador fue coronado en la abadía de Westminster, en Londres. ¿Cómo les iría a los ingleses bajo su nuevo monarca?

El gran censo

Guillermo, convertido ahora en rey, arrasó con el norte del país y despobló vastos territorios. “Aun para los niveles de barbarie típicos de la época —escribe Trevor Rowley, anterior profesor de la Universidad de Oxford⁠—, la ‘Devastación del Norte’ (1068-1070) fue un acto salvaje.” Guillermo enfrentaba constantes revueltas, y su ejército de ocupación, de 10.000 soldados a lo sumo, tenía que convivir con una población hostil que rondaba los 2.000.000. Con el tiempo, los normandos construyeron por todo el país más de quinientas fortificaciones; la más famosa es la Torre de Londres.

En diciembre de 1085, diecinueve años después de su invasión, Guillermo pasó cinco días en Gloucester planificando con sus consejeros un censo de toda Inglaterra, con la excepción de Londres y Winchester. Al mes siguiente envió emisarios reales a las siete comarcas del reino para encuestar a los representantes de los condados y determinar sus riquezas.

El rey necesitaba recaudar fondos para mantener su ejército y resolver disputas territoriales. Solo así lograría que personas procedentes de Normandía y otras partes de Francia se asentaran en Inglaterra a fin de preservar la dinastía normanda.

“El Juicio Final”

Poco después de conquistar Inglaterra, Guillermo les había arrebatado sus tierras a los aristócratas ingleses y las había distribuido entre los barones normandos. El censo reveló que la mitad de las riquezas del país se hallaba en manos de menos de doscientos señores feudales, de los cuales solo dos eran ingleses. De los aproximadamente seis mil subarrendatarios ingleses, muchos no tuvieron más remedio que pagar por el uso de las tierras que habían sido suyas antes de 1066. Los pobres y los desposeídos se las arreglaban como podían.

El censo legalizó la transferencia forzada de las propiedades a los normandos. También revaluó las tierras, los bosques y los campos de pasturaje; incluso contabilizó cada buey, cada vaca, cada cerdo... Los agobiados ingleses veían este registro con recelo, pues sabían que su contenido era inapelable; de hecho, lo compararon al Juicio Final (Doomsday, en inglés). De allí que más tarde la compilación llegara a conocerse como el Domesday Book (Libro del Juicio Final).

La obra consta de dos tomos, ambos escritos en latín sobre pergamino: el Gran Domesday (de 413 folios) y el Pequeño Domesday (de 475 folios, pero de menor tamaño). * El censo quedó inconcluso, pues el rey murió en 1087. ¿Cómo se logró tanto en apenas un año?

Los normandos heredaron de los ingleses documentos oficiales que incluían información sobre propietarios de tierras y arrendatarios, así como registros fiscales. Con esta base realizaron los nuevos cálculos impositivos, para lo cual se enviaron oficiales a cada condado a realizar una encuesta pública.

El libro en nuestros días

Durante la Edad Media, la casa real acostumbraba viajar con este libro. Al principio se empleó sobre todo para resolver disputas territoriales. Sin embargo, en el siglo XVIII el célebre jurista Sir William Blackstone lo utilizó para determinar el derecho a votar de ciertos arrendatarios. Aunque el libro se ha conservado en diversos lugares, actualmente se encuentra en los Archivos Nacionales del Reino Unido.

En 1986, para conmemorar el 900 aniversario de su creación, el libro fue reencuadernado en cinco volúmenes. Además hay una traducción revisada al inglés disponible a investigadores e historiadores. La BBC llamó a esta obra “el cimiento de los archivos nacionales y [...] prueba válida hasta nuestros días de los títulos de propiedad”. De hecho, en 1958 ayudó a confirmar el derecho de un antiguo pueblo a conservar su mercado.

Hasta el día de hoy, los arqueólogos lo consultan para localizar asentamientos medievales ingleses y normandos. Se trata, sin duda, de una valiosa obra informativa que sentó las bases del desarrollo de la nación inglesa.

[Nota]

^ párr. 11 El primer tomo contenía listas abreviadas de propiedades sujetas a impuesto, mientras que el segundo no estaba abreviado y se mantuvo como un tomo separado.

[Ilustración y recuadro de la página 23]

LA CRUZADA DE GUILLERMO

Guillermo le solicitó al Papa que elevara su invasión a la categoría de cruzada a cambio de un mayor control sobre la rebelde Iglesia de Inglaterra. El Papa aceptó de inmediato. “Este fue un triunfo de la diplomacia [para Guillermo]”, escribió el profesor David C. Douglas. Otro reconocido historiador, George M. Trevelyan, concluyó en su obra History of England que “el estandarte y la bendición papales fueron un valioso recurso para Guillermo, cuya empresa parecía más un atraco disfrazado que una cruzada”.

[Reconocimiento]

© The Bridgeman Art Library

[Mapa de la página 22]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

INGLATERRA

LONDRES

Hastings

Canal de la Mancha

NORMANDÍA

[Reconocimiento de la página 22]

Libro: Mary Evans/The National Archives (Londres, Inglaterra)