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CAPÍTULO 5

“Una mujer excelente”

“Una mujer excelente”

1, 2. a) ¿Qué trabajo realiza Rut? b) ¿Qué aspectos de la Ley y del pueblo de Jehová le llaman la atención a Rut?

RUT se arrodilla junto al montón de cebada que ha recogido durante el día. Ya está cayendo la noche sobre los campos, y muchos trabajadores se encaminan hacia la entrada de la pequeña ciudad de Belén, enclavada en una cordillera. Seguro que Rut se siente adolorida después de este largo día de trabajo, pues casi no ha parado desde la mañana. Pero su jornada aún no ha terminado. Ahora se pone a golpear la cebada con una vara para desgranarla. A pesar de todo, le ha ido mejor de lo que esperaba.

2 ¿Están por fin mejorando las cosas para esta joven viuda? Como vimos en el capítulo anterior, Rut ha decidido quedarse con Noemí, su suegra, y le ha prometido que nunca la abandonará y que hará de Jehová —el Dios de Noemí— su propio Dios. Las dos viudas llegaron a Belén procedentes de Moab, la tierra de Rut, y ella ha visto que la Ley que Jehová dio a Israel incluye medidas prácticas que dignifican a los pobres, aunque sean extranjeros. Ahora observa que en este pueblo que se rige por la Ley de Jehová, hay quienes se destacan especialmente por su espiritualidad y bondad, y esto conmueve su afligido corazón.

3, 4. a) ¿Cómo animó Boaz a Rut? b) ¿Por qué nos será útil analizar el ejemplo de Rut si pasamos por dificultades económicas?

3 Una de esas personas es Boaz, el rico israelita en cuyos campos Rut ha espigado hoy. Este hombre mayor la trató como a una hija, e incluso la felicitó por cuidar de su suegra y por buscar refugio bajo las alas del Dios verdadero, Jehová. Rut no puede evitar que una sonrisa ilumine su rostro al recordar aquellas palabras tan bondadosas (lea Rut 2:11-14).

4 Aun así, a Rut seguramente le preocupa su futuro. Siendo una extranjera pobre, viuda y sin hijos, ¿cómo va a cubrir sus necesidades y las de Noemí durante los próximos años? ¿Tendrán suficiente con lo que consiga espigando? ¿Y quién la cuidará a ella cuando envejezca? Sería muy comprensible que se sintiera abrumada. Hoy día, con tantas dificultades económicas, a muchas personas les asaltan esas mismas inquietudes. Al ir descubriendo cómo la fe ayudó a Rut a seguir adelante, veremos muchos aspectos en los que podemos imitarla.

¿Qué constituye una familia?

5, 6. a) ¿Cómo le fue a Rut en su primer día de trabajo en los campos de Boaz? b) ¿Cómo reacciona Noemí cuando ve a Rut?

5 Cuando Rut termina de desgranar las espigas y recoger los granos, ve que tiene aproximadamente una medida de efá, el equivalente a más de 20 litros de capacidad. Toda aquella cebada pesa unos 14 kilos (30 libras), así que para cargarla, puede que la amontone encima de una pieza de tela y se coloque el fardo sobre la cabeza. Cuando emprende el camino hacia Belén, ya está anocheciendo (Rut 2:17).

6 Noemí se alegra cuando llega su querida nuera y quizás hasta suelta un grito de sorpresa al ver el pesado fardo de cebada. Rut también trae lo que le sobró de la comida que Boaz ofreció a los trabajadores, y con eso cenan las dos. Noemí le pregunta: “¿Dónde espigaste hoy, y dónde trabajaste? Llegue a ser bendito el que se fijó en ti” (Rut 2:19). Al ver todo lo que la joven ha traído, Noemí se da cuenta de que alguien se ha fijado en ella y la ha tratado con amabilidad.

7, 8. a) Para Noemí, ¿de parte de quién venían en realidad los buenos actos de Boaz, y por qué piensa así? b) ¿Cómo sigue demostrando Rut amor leal por su suegra?

7 Las dos se ponen a hablar, y Rut le cuenta a Noemí lo bueno que ha sido Boaz con ella. Noemí, conmovida, responde: “Bendito sea él de Jehová, que no ha abandonado su bondad amorosa para con los vivos y los muertos” (Rut 2:20). Como vemos, Noemí consideraba que los buenos actos de Boaz en realidad venían de Dios. ¿Por qué? Porque es Jehová quien impulsa a sus siervos a ser buenos y generosos. Además, promete recompensar a quienes actúen con bondad (lea Proverbios 19:17). *

8 Noemí aconseja a Rut que acepte la oferta de Boaz de continuar espigando en sus campos, manteniéndose cerca de las jóvenes que trabajan para él; así evitará que otros cosechadores la molesten. Rut le hace caso y, como dice el relato, “siguió morando con su suegra”, palabras que resaltan una vez más la cualidad que la distingue: el amor leal (Rut 2:22, 23). ¿Y qué hay de nosotros? ¿Estamos siempre listos para ayudar y apoyar a nuestra familia cuando nos necesita? Recordemos que a Jehová no le pasan inadvertidos estos actos de amor y lealtad.

El caso de Rut y Noemí nos ayuda a ver que debemos valorar la familia que tenemos

9. ¿Qué nos enseña sobre lo que es una familia el caso de Rut y Noemí?

9 ¿Se puede decir que Rut y Noemí eran una familia? Algunos piensan que una verdadera “familia” es la que está formada por un padre, una madre, hijos, abuelos, etc. Pero el caso de Rut y Noemí nos ayuda a ver que, si servimos a Jehová, no importa lo pequeña que sea nuestra familia: podemos lograr que en nuestro hogar reinen el amor, el cariño y la bondad. ¿Valoramos de corazón la familia que tenemos? Por otra parte, Jesús explicó que aun quienes no tienen familia la pueden encontrar en la congregación cristiana (Mar. 10:29, 30).

Noemí y Rut se ayudaron y animaron mutuamente

“Es uno de nuestros recompradores”

10. ¿Qué quiere hacer Noemí por Rut?

10 Rut se queda espigando en los campos de Boaz desde la cosecha de la cebada (en abril) hasta la del trigo (en junio). A medida que transcurren las semanas, seguro que Noemí sigue pensando en lo que podría hacer por su querida nuera. Antes de partir de Moab, Noemí estaba convencida de que jamás podría ayudar a Rut a encontrar un esposo (Rut 1:11-13). Pero ahora cambia de idea. Aborda a Rut y le dice: “Hija mía, ¿no debo buscarte lugar de descanso[?]” (Rut 3:1). En aquellos tiempos, la costumbre era que los padres se encargaran de buscar cónyuges para sus hijos, y Rut había llegado a ser una verdadera hija para Noemí. De ahí que Noemí quisiera encontrarle a Rut un “lugar de descanso”, es decir, un esposo y un hogar que le dieran seguridad y protección. Pero ¿qué podía hacer Noemí?

11, 12. a) ¿A qué disposición de la Ley se refirió Noemí cuando dijo que Boaz era uno de sus “recompradores”? b) ¿Cómo responde Rut a la petición que le hace su suegra?

11 Cuando Rut mencionó a Boaz por primera vez, Noemí dijo: “El hombre es pariente nuestro. Es uno de nuestros recompradores” (Rut 2:20). ¿Qué quería decir con eso? La Ley que Jehová dio a Israel incluía unas disposiciones amorosas para las familias que atravesaban dificultades por ser pobres o por haber perdido a un ser querido. Si una mujer enviudaba sin haber tenido hijos, su dolor era aún mayor porque no tenía descendientes que llevaran el nombre de su esposo y este se perdería en el olvido. Pero la Ley de Dios permitía que el cuñado se casara con la viuda para que esta diera a luz un hijo que perpetuara el nombre del difunto y heredara las propiedades de la familia (Deut. 25:5-7). *

12 Entonces Noemí pasa a explicarle su plan a Rut. ¿Podemos imaginar la cara de sorpresa de la joven al escuchar a su suegra? Rut aún no conoce bien la Ley, y muchas de sus costumbres le resultan extrañas. Pero como respeta tanto a Noemí, está pendiente de cada palabra que dice. A lo mejor, lo que le está pidiendo que haga le resulta vergonzoso, algo chocante o, en cierto sentido, hasta humillante. No obstante, Rut accede a su petición y le responde: “Todo lo que me dices lo haré” (Rut 3:5).

13. ¿Por qué nos conviene recordar el ejemplo de Rut cuando recibimos consejos de quienes son mayores? (Vea también Job 12:12.)

13 A los jóvenes a veces les resulta difícil seguir los consejos de los mayores, pues piensan que estos no son capaces de entender los retos y problemas que afronta la juventud. Pero el ejemplo de humildad de Rut nos recuerda que puede ser muy provechoso hacer caso de la sabiduría y experiencia de las personas mayores, pues nos aman y desean lo mejor para nosotros (lea Salmo 71:17, 18). Ahora bien, ¿en qué consistía exactamente el consejo de Noemí? ¿Y de verdad le fue bien a Rut por seguirlo?

Rut se dirige a la era

14. ¿Qué es una era, y qué se hace allí?

14 Al caer la tarde, Rut se dirige hacia la era, un terreno compacto y llano adonde los agricultores llevan su cosecha para trillarla y aventarla. Normalmente se elegía un lugar donde las brisas soplaran con fuerza al atardecer, como la ladera o la cima de un monte. A fin de separar el grano de la paja, se lanzaba el cereal al aire utilizando una pala o un bieldo. Así el viento se llevaba la paja, que era más liviana, y los granos, al ser más pesados, caían al suelo.

15, 16. a) ¿Qué sucede en la era después de que Boaz termina su día de trabajo? b) ¿Cómo se da cuenta Boaz de que hay alguien acostado a sus pies?

15 Procurando no ser vista, Rut observa cómo los hombres van terminando su trabajo. Hoy han juntado una gran cantidad de cereal. Boaz, que ha estado supervisando las tareas, ahora se dispone a cenar y, ya satisfecho, se acuesta al lado del montón de grano. Al parecer, esa era una costumbre en aquella época para proteger de ladrones y otros maleantes la preciada cosecha. Cuando Rut ve que Boaz se acuesta, sabe que ha llegado la hora de llevar a cabo el plan de Noemí.

16 Con el corazón latiendo a mil, Rut se le acerca silenciosa y, al comprobar que está profundamente dormido, sigue las instrucciones de su suegra: le destapa los pies, se acuesta allí y espera. Espera y espera, mientras el tiempo va pasando lentamente. ¡A Rut debe parecerle toda una eternidad! Entonces, a medianoche, Boaz empieza a moverse. Temblando de frío, se incorpora, probablemente para cubrirse de nuevo los pies. Pero nota que hay alguien. ¡Vaya sorpresa! El relato bíblico lo expresa así: “¡Mire!, ¡una mujer acostada a sus pies!” (Rut 3:8).

17. ¿Qué dos hechos pasan por alto quienes insinúan que la conducta de Rut no era del todo apropiada?

17 “¿Quién eres?”, pregunta Boaz. La joven responde, tal vez con voz temblorosa: “Soy Rut tu esclava, y tienes que extender tu falda sobre tu esclava, porque tú eres un recomprador” (Rut 3:9). Algunos comentaristas bíblicos de la actualidad han insinuado que las acciones y las palabras de Rut tenían cierto significado sexual, pero pasan por alto dos importantes hechos. En primer lugar, Rut estaba siguiendo las costumbres de la época, muchas de las cuales no se entienden por completo hoy día. Así que sería un error juzgar sus actos según las bajas normas morales de estos tiempos. En segundo lugar, la reacción de Boaz indica cómo debe verse aquel gesto: a sus ojos, la conducta de Rut era moralmente casta y digna de elogio.

Cuando Rut buscó a Boaz, lo hizo con motivos puros y sin egoísmo

18. ¿Qué palabras de ánimo le dirige Boaz a Rut? ¿Y cuáles son los dos casos en que Rut mostró amor leal?

18 Boaz, con un tono dulce y tranquilizador, le dice: “Bendita seas de Jehová, hija mía. Has expresado tu bondad amorosa mejor en el último caso que en el primer caso, al no ir tras los jóvenes, fueran de condición humilde o ricos” (Rut 3:10). “El primer caso” en el que Rut mostró “bondad amorosa”, o amor leal, fue al acompañar a Noemí hasta Israel y quedarse con ella para cuidarla. “El último caso” es ahora. Boaz reconoce que Rut podía haberse buscado un esposo de su edad, fuera rico o pobre. Pero ella quiere hacerle bien no solo a Noemí, sino también al difunto esposo de Noemí. ¿De qué manera? Haciendo lo posible por perpetuar el nombre de este en su tierra natal. Es fácil ver por qué Boaz ha quedado tan impresionado por el altruismo y la generosidad de Rut.

19, 20. a) ¿Por qué Boaz no decide casarse con Rut enseguida? b) ¿Cómo demuestra Boaz que se preocupa por la reputación y el bienestar de Rut?

19 Boaz añade: “Y ahora, hija mía, no tengas miedo. Todo lo que dices lo haré para ti, porque toda persona en la puerta de mi pueblo se da cuenta de que eres una mujer excelente” (Rut 3:11). Le agrada la idea de casarse con Rut y puede que no le haya extrañado del todo que le pida ser el recomprador. Pero Boaz es un hombre justo, y no piensa solo en sus preferencias. Le dice a Rut que hay otro recomprador, un pariente más cercano del difunto esposo de Noemí, y que por eso va a hablar con él para darle la oportunidad de casarse con ella.

Rut llegó a ganarse una buena reputación por tratar a los demás con bondad y respeto

20 Boaz le pide a Rut que vuelva a acostarse y descanse hasta que se acerque el amanecer; entonces podrá irse sin que la vean. Su intención es proteger la reputación de ella y también la suya propia, pues alguien pudiera pensar equivocadamente que han cometido algún acto inmoral. Rut vuelve a acostarse a los pies de Boaz, de seguro mucho más tranquila: ¡con cuánta bondad ha respondido él a su petición! Unas horas después, mientras todavía está oscuro, Rut se levanta para irse. Entonces, Boaz le llena la capa de cebada, y ella regresa a Belén con el generoso regalo (lea Rut 3:13-15).

21. ¿Qué contribuyó a que Rut fuera conocida como “una mujer excelente”, y cómo podemos copiar su ejemplo?

21 No es difícil imaginarnos la sonrisa de felicidad de Rut al recordar las palabras de Boaz: ¡le dijo que todo el mundo la considera “una mujer excelente”! De seguro, algo que ha influido mucho en que tenga una reputación tan buena es su profundo deseo de conocer a Jehová y servirle. Además, ha sido muy bondadosa con Noemí y ha demostrado ser flexible al adaptarse a costumbres judías que eran totalmente extrañas para ella. Nosotros también nos ganaremos una excelente reputación si imitamos la fe de Rut y nos esforzamos por ser considerados con los demás, respetando su cultura y costumbres.

Rut encuentra un “lugar de descanso”

22, 23. a) ¿Qué pudo haber significado el regalo que Boaz le dio a Rut? (Vea la nota.) b) ¿Qué le aconseja Noemí a Rut?

22 “¿Quién eres, hija mía?”, dice Noemí cuando Rut llega a la casa. Tal vez se lo pregunte porque en la oscuridad no haya podido reconocerla. Pero es muy probable que, con estas palabras, Noemí también quiera saber si Rut todavía es la misma viuda de antes, una mujer sola y sin compromiso, o si ya tiene la perspectiva de casarse. Rut enseguida le cuenta todo lo que ha pasado y le entrega el generoso regalo de cebada que Boaz le envía (Rut 3:16, 17). *

23 Noemí, con la sensatez que la caracteriza, exhorta a Rut a quedarse en casa tranquila ese día, en vez de salir a espigar en los campos. Y le asegura: “El hombre no tendrá descanso a menos que haya acabado con el asunto hoy” (Rut 3:18).

24, 25. a) ¿Cómo demuestra Boaz que es un hombre recto y altruista? b) ¿Qué bendiciones recibió Rut?

24 Y eso es precisamente lo que hace Boaz. Va a la puerta de la ciudad —donde suelen reunirse los ancianos de Belén— y espera hasta que pasa el pariente más cercano de la familia de Elimélec, el difunto esposo de Noemí. Delante de testigos, Boaz le ofrece la oportunidad de ser el recomprador casándose con Rut. Pero el hombre no acepta, pues teme arruinar su propia herencia. Entonces, ante los presentes, Boaz declara que él será el recomprador: comprará todo lo que le pertenecía a Elimélec y se casará con Rut, la viuda de Mahlón, uno de los hijos de Elimélec. La razón para obrar así, según él mismo explica, es “hacer que el nombre del muerto se levante sobre su herencia” (Rut 4:1-10). Sin duda alguna, Boaz es un hombre recto y altruista.

25 Finalmente, Boaz se casó con Rut y, como dice el relato, “Jehová le concedió a ella concebir, y ella dio a luz un hijo”. Las mujeres de Belén felicitaron a Noemí y alabaron a su nuera, diciendo que le había sido de más valor que siete hijos varones. Andando el tiempo, el hijo de Rut llegó a ser el abuelo del rey David (Rut 4:11-22). Y David, a su vez, fue antepasado del Mesías, Jesucristo (Mat. 1:1). *

Jehová bendijo a Rut con el privilegio de ser antepasada del Mesías

26. ¿Qué nos recuerdan los ejemplos de Rut y Noemí?

26 Como hemos visto, Rut recibió muchas bendiciones, y también Noemí, quien la ayudó a criar al niño como si fuera suyo. La vida de estas dos mujeres nos recuerda que Dios está muy pendiente de quienes le sirven lealmente con su pueblo, y que bendice los esfuerzos de quienes trabajan con afán para mantener a su familia, aunque sea en labores humildes. La historia de Boaz, Rut y Noemí es prueba de que Jehová siempre recompensa a sus siervos fieles.

^ párr. 7 Noemí indicó que la bondad de Jehová no se limita a los vivos, sino que se extiende también a los muertos. ¿Qué significa esto? Pues bien, Noemí había perdido a su esposo y a sus dos hijos, y Rut era viuda de uno de ellos. Sin duda alguna, aquellos tres hombres significaban mucho para ambas. Por eso, cuando alguien mostraba bondad a Noemí y a Rut era como si hiciera lo mismo por ellos, ya que los tres habrían querido que se las tratara bien.

^ párr. 11 Por lo visto, el derecho de casarse con la viuda se extendía primero a los hermanos del difunto y luego a sus familiares más cercanos, al igual que sucedía con los derechos hereditarios (Núm. 27:5-11).

^ párr. 22 El relato indica que Boaz le dio a Rut seis medidas de cebada, aunque no se especifica su peso. El hecho de que fueran seis quizás diera a entender que, tal como a seis días de trabajo les seguía un sábado —un día de descanso—, a los trabajosos días de viudez de Rut pronto les seguiría el “descanso” de tener un hogar seguro y un esposo que cuidara de ella. También es posible que esas seis medidas, que tal vez consistían en paladas, fueran simplemente todo el peso que Rut podía llevar.

^ párr. 25 Rut es una de las cinco mujeres que aparecen en la lista que da la Biblia de los antepasados de Jesús. Otra es la madre de Boaz, Rahab, quien tampoco era israelita, al igual que Rut (Mat. 1:3, 5, 6, 16).