Ir al contenido

Ir al índice

De padres a hijos

“Siguió adhiriéndose a Jehová”

“Siguió adhiriéndose a Jehová”

¿TE HAN pedido tus padres alguna vez que no te apartes de ellos? *... Quizás te lo hayan dicho en un lugar lleno de gente para que no te pase nada malo. Pues hoy hablaremos de alguien que, según la Biblia, “siguió adhiriéndose a Jehová”, es decir, nunca se apartó del Dios verdadero. Su nombre era Ezequías. Veamos lo que aprendemos de su ejemplo.

Ezequías tuvo una niñez triste. Su padre, que se llamaba Acaz y era el rey de Judá, se apartó de Jehová e impulsó la adoración de dioses falsos. Es más, para complacer a uno de esos dioses, llegó a matar al menos a uno de sus hijos, un hermano de Ezequías.

Aunque su padre siguió haciendo cosas malas, Ezequías no se apartó de Jehová y le obedeció. ¿Crees que fue difícil para él?... Seguro que sí, pero no se rindió. Veamos cómo se mantuvo cerca de Jehová y cómo podemos hacer lo mismo.

Ezequías imitó a otras personas que no se habían apartado de Jehová. Una de ellas fue David, quien había vivido cientos de años antes. Ezequías pudo aprender de él leyendo las Escrituras. En una ocasión, David escribió: “En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería”.

¿Qué ayudó a David a obedecer a Jehová?... Su fe en él. David confiaba en que si era obediente, Dios le ayudaría. ¡No tenía ninguna duda! Recordar el buen ejemplo de David debió animar a Ezequías a no apartarse de Jehová y a obedecerle. Si haces lo mismo, puedes estar seguro de que él también te ayudará.

¿Qué puedes hacer si tu padre o tu madre no obedecen a Jehová?... Dios quiere que los hijos obedezcan a sus padres. Eso significa que tú tienes que obedecer a los tuyos. Pero si ellos te piden que hagas algo que Dios dice que está mal, explícales por qué no puedes hacerlo. Recuerda que no debes mentir, robar ni hacer nada que a Jehová no le guste, sin importar quién te pida que lo hagas. ¡Obedecer a Dios es lo mejor!

Hay muchos buenos ejemplos que podemos imitar. Ezequías no solo tenía el ejemplo de David, sino también el de su abuelo Jotán. Pudo haber aprendido mucho de él. Nosotros podemos hacer lo mismo leyendo la Biblia. ¿Se te ocurre algún otro buen ejemplo?...

En la Biblia vas a leer que Ezequías, David, Jotán y otras personas imperfectas cometieron errores. Pero como amaban a Jehová, reconocieron que se habían equivocado y se esforzaron por hacer bien las cosas. Solo Jesús, el Hijo de Dios, era perfecto. Por eso siempre debemos estudiar su buen ejemplo y tratar de imitarlo.

^ párr. 3 Si le está leyendo el artículo a un niño, haga una pausa tras los puntos suspensivos y permita que responda.