Ir al contenido

Ir al índice

Los jóvenes preguntan

¿Cómo puedo causar una buena primera impresión?

¿Cómo puedo causar una buena primera impresión?

“¡Uy, qué bien va esta entrevista de trabajo! Mi futuro jefe tiene que haberse dado cuenta de lo tranquilo que estoy. Lo he llamado por su nombre desde que entré por la puerta. Seguro que me da el empleo.”

“¿Es este joven el mismo que presentó un currículo tan impresionante? ¡No lo contrataría ni en sueños! Si es así ahora que no tiene el trabajo, ¿cómo será después?”

En este caso, ¿puedes indicar tres maneras en las que el aspirante al empleo está causando una mala impresión?

  1. ․․․․․

  2. ․․․․․

  3. ․․․․․

Las respuestas se encuentran abajo

1. El joven va vestido de manera muy informal para una entrevista de trabajo. 2. Su trato (al llamar al empleador por su nombre) es muy confianzudo. 3. Su lenguaje corporal muestra falta de respeto.

IMAGÍNATE que vas a probar un alimento por primera vez. ¿Cuánto tiempo necesitarás para saber si te gusta? Probablemente, al primer bocado ya sabrás si volverás a comerlo o no, o si siquiera acabarás la porción que tienes delante.

Algo parecido ocurre cuando conoces a una persona por primera vez: solo tardas un instante en formarte una impresión sobre ella. Pero ¡ojo!, que lo mismo tarda esa persona en formarse una opinión sobre ti.

¿Estás buscando un empleo?, ¿un amigo?, ¿un cónyuge? El éxito puede depender de la primera impresión que des. Veamos tres campos en los que tal vez te convenga refinar tus habilidades sociales para causar una buena imagen.

1. Tu aspecto

Sea justo o no, la impresión inicial que la gente se lleve de ti seguramente se basará en lo primero que ven sus ojos: tu aspecto. Este es un factor que se descuida con frecuencia. Clarissa * dice: “Cuando vas a un restaurante, ya no sabes si la gente irá vestida de etiqueta o en pijama”.

Naturalmente, tu ropa debe estar acorde con la ocasión. Por ejemplo, no te vestirías de la misma manera para una entrevista de trabajo que para ir a la playa, ¿verdad? Pero ¿y si no estás seguro de qué es lo adecuado? La clave está en tener buen juicio y evitar los extremos. En caso de duda, elige algo conservador.

RECUERDA: Tu indumentaria y tu arreglo personal son como una radiografía que muestra lo que eres por dentro.

“Cuando voy a una fiesta y veo a alguien vestido de forma estrafalaria, lo rehúyo. En ese momento, lo único que sé de esa persona es cómo se ve, y su forma de vestir no le ayuda mucho.” (Diana.)

La Biblia aconseja llevar “vestido bien arreglado”, que dé prueba de “modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9).

Pregúntate: “¿Voy bien arreglado, o visto con desaliño? ¿Haría mi forma de vestir que un posible empleador, amigo o cónyuge pensara que carezco de buen juicio?”.

Sugerencia: Pide consejo a alguien a quien respetes por su buen gusto en el vestir.

2. Lo que dices

Tu conversación denota si eres humilde o engreído, tranquilo o impaciente. No lo olvides si estás tratando de crear una buena primera impresión en alguien del sexo opuesto. “Me molesta estar con un muchacho y que él solo hable de sus cosas —dice Valerie—. Pero también están los que quieren saber todo acerca de ti. Eso abruma a cualquier muchacha y hace que quiera salir corriendo.”

RECUERDA: Tus palabras son una ventana que deja ver cómo eres realmente; procura entonces que la vista sea agradable.

“El primer encuentro es muy importante. Cuando conozco a un muchacho, me gusta que sea espontáneo. Si tiene que pensar demasiado en lo que va a decir, me hace dudar de su sinceridad.” (Selena.)

La Biblia dice: “Hablar mucho es de tontos; saber callar es de sabios” (Proverbios 10:19, Traducción en lenguaje actual).

Pregúntate: “¿Cómo encuentro el punto medio entre hablar demasiado y hablar muy poco? ¿Hay algo en mi forma de hablar que pueda molestar u ofender?”.

Sugerencia: Fíjate en quienes dominan el arte de la conversación. ¿Qué técnicas emplean? ¿Pudieras utilizar algo parecido?

3. Tus actos

¡Qué cierto es el refrán que dice: Si bien me quieres, Juan, tus obras me lo dirán! Por ejemplo, si eres amable y educado, demuestras que respetas a los demás. Este es otro consejo práctico que debes tener presente cuando estés listo para buscar un cónyuge. “Cosas pequeñas, como sostener la puerta, son una muestra de respeto —afirma Carrie—. Más que nada, se trata de cortesía común.”

RECUERDA: Tus actos son como una cartelera que anuncia tus cualidades interiores (Proverbios 20:11). ¿Qué “anuncian” de ti tus actos?

“Creo que es importante saber oír. También es señal de buena educación no interrumpir al que está hablando, a menos que sea necesario.” (Natalia.)

La Biblia dice: “Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes” (Lucas 6:31, Nueva Traducción Viviente).

Pregúntate: “¿Soy cortés? ¿Me intereso realmente por los demás? ¿Soy una persona confiable y puntual?”.

Sugerencia: Procura llegar a las citas al menos diez minutos antes; así, aunque surja un imprevisto, llegarás a tiempo. No permitas que la primera impresión que tengan de ti sea la de alguien que siempre llega tarde.

Advertencia: Crear una buena impresión no es cuestión de que te pongas una máscara; eso sería engañar (Salmo 26:4). Más bien, decide por qué cualidades quieres que se te conozca y comienza por cultivarlas en tu interior (Colosenses 3:9, 10). En el proceso, recuerda que el constructor de tu reputación eres tú mismo. Si cuidas tu aspecto, lo que dices y tus actos, podrás causar una buena primera impresión, una que dure toda la vida.

 

^ párr. 15 Se han cambiado algunos nombres.