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Si su hijo es víctima de abuso deshonesto

Si su hijo es víctima de abuso deshonesto

PARA detener el abuso, usted debe poder identificarlo. En los numerosos libros que se han escrito sobre el tema, los expertos han enumerado docenas de señales reveladoras de abuso a las que los padres deberían estar atentos. Por ejemplo: quejas de que sienten dolor al orinar o defecar; infecciones genitales; abrasiones o lesiones en la región genital; la aparición repentina de incontinencia urinaria, pérdida del apetito u otros trastornos alimentarios; conducta sexual precoz; temor súbito a determinados lugares, como la escuela o ciertas partes de la casa; períodos de pánico; temor extremo a desvestirse; temor a estar a solas con cierta persona conocida, y automutilación.

Sin embargo, no se precipite a sacar conclusiones. La mayoría de estos síntomas por sí solos no significan necesariamente que el niño en realidad haya sido objeto de abuso sexual. Cada uno de ellos pudiera indicar que existe algún otro problema. No obstante, si usted observa síntomas preocupantes, no está de más que saque el tema a colación con cariño. Quizás podría decirle algo como: “Si alguna vez alguien te tocara de una manera que te hiciera sentir incómodo, quiero que sepas que siempre puedes recurrir a mí, y yo haré todo lo posible por protegerte. ¿Te ha sucedido alguna vez algo parecido?”. (Proverbios 20:5.)

Es lógico que usted se sienta destrozado si su hijo le revela que ha sido víctima de abuso sexual. Pero recuerde: su reacción desempeñará un papel importante en la recuperación emocional del niño. Su hijo ha estado llevando una carga insoportable y necesita que usted, con toda su fortaleza de adulto, se la quite de encima. Elógielo repetidas veces por haber tenido el valor de contarle lo sucedido. Hágale saber que hará todo lo posible por protegerlo, que lo sucedido fue culpa del agresor, no del niño; que él no es “malo”, y que usted lo ama.

Hay asesores legales que aconsejan que se denuncie el caso a las autoridades lo antes posible. En algunos países tal vez la ley así lo exija. Pero en otros lugares puede que las posibilidades de que se entable una acción judicial eficaz sean mínimas.

¿Qué hacer si el perpetrador del abuso es alguien tan amado como el propio cónyuge? Lamentablemente, cuando se dan esas circunstancias muchas mujeres no toman una acción firme. Hay que reconocerlo: no es fácil encararse a la desagradable realidad de tener un cónyuge que abusa de menores. Los lazos emocionales, y hasta la dependencia económica, pueden ser factores muy poderosos. La esposa agraviada quizás también reconozca que el que ella tome acción podría costarle a su marido su familia, su empleo y su reputación. * Sin embargo, la cruda realidad es que él solo estaría segando lo que sembró. (Gálatas 6:7.) Por otra parte, los niños inocentes pueden perder mucho más si no se les cree ni protege. Todo su futuro está en juego. Ellos no cuentan con los mismos recursos que los adultos. El trauma puede dejarlos marcados y afectar su personalidad para toda la vida. Son ellos los que necesitan y merecen que se les trate con ternura y consideración. (Compárese con Génesis 33:13, 14.)

Por consiguiente, los padres deben hacer todo lo que sea razonable por proteger a sus hijos. Muchos padres responsables deciden buscar ayuda profesional para su hijo cuando este ha sido víctima de abuso deshonesto. Ahora bien, tal como se aseguraría de que un médico respetara sus convicciones religiosas en el caso de una dolencia física, asegúrese de que también lo haga el profesional al que recurra. * Además, dé a su hijo continuas muestras de cariño para ayudarle a recuperar su amor propio.

^ párr. 6 En realidad, el agresor ya está en un apuro y necesita ayuda con urgencia. Aunque él diga que lo lamenta, el cónyuge agraviado debería preguntarse: ¿por qué no lo confesó antes de que la víctima lo desenmascarara?

^ párr. 7 Por ejemplo, cuando los testigos de Jehová se enfrentan a situaciones que tienen que ver con una transfusión de sangre, se aseguran de que el médico respete sus creencias religiosas.