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Observando el mundo

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La amistad es buena para el corazón

El rotativo español Diario Médico asegura: “Tener amigos y buenas relaciones con la familia está asociado a un menor riesgo de sufrir un evento coronario o un ictus [ataque súbito]”. Desde hace tiempo, los médicos consideran que los niveles de colesterol, la tensión arterial y el peso son factores que influyen de forma significativa en el estado del corazón. Pero según un estudio reciente efectuado entre unas quinientas mujeres que sufrían molestias torácicas, también deben tenerse en cuenta el alcance y la profundidad de la red de amigos y familiares de los pacientes. Se observó que “las que contaban con peores relaciones sociales tenían el doble de posibilidades de morir [prematuramente] en comparación con otras más sociables”. Carl J. Pepine, uno de los autores del citado estudio, añade que incluso “con uno o dos buenos amigos se ha apreciado reducción en el riesgo [de un ataque súbito o un evento coronario]”.

Una esponja asombrosa

Investigadores de la Universidad de Stuttgart (Alemania) descubrieron hace poco una esponja esférica de color blanco que posee aptitudes sorprendentes, según informa el diario alemán Die Welt. Se trata de una variedad diminuta, pero que puede autopropulsarse a una velocidad de varios centímetros al día, lo que la convierte en la esponja más rápida que se conoce hasta la fecha. Mediante contracciones rítmicas expulsa agua de su interior, con lo que reduce hasta en un 70% su volumen corporal. Cuando inhala —para lo cual absorbe agua—, ingiere nutrientes y oxígeno soluble. Los investigadores han descubierto que las contracciones de la esponja se intensifican cuando se introducen en su acuario pequeños crustáceos. El investigador Michael Nickel destaca que “se trata de algo insólito”, puesto que este pequeño invertebrado “no tiene sistema nervioso”. ¿Cómo controla entonces sus movimientos o detecta la presencia de otras criaturas? Los expertos están estudiando la esponja a fondo con la esperanza de averiguar cómo lo consigue.

Disminución del kril antártico

Los bancos de kril —diminutos crustáceos semejantes a camarones que resultan vitales para la cadena alimenticia marina— de la Antártida han sufrido una disminución del 80% desde la década de 1970, afirma David Adam en el periódico londinense The Guardian. El kril se alimenta de algas que habitan bajo el hielo marino, pero la temperatura atmosférica media de la península antártica se ha elevado 2,5 °C desde la década de 1950, derritiendo parte del hielo. Angus Atkinson, del British Antarctic Survey (equipo británico de investigación en la Antártida), dice: “No comprendemos del todo qué relación guarda la pérdida de hielo marino con el calentamiento, pero creemos que podría ser una de las razones de la disminución del kril”. El equipo examinó los datos científicos de pesca procedentes de nueve países que faenaron en la Antártida de 1926 a 1939 y de 1976 a 2003, y asegura que en la actualidad solo queda una quinta parte del kril que existía hace tres décadas.

Hablar mediante silbidos

Los pastores de La Gomera, una de las islas Canarias, utilizan un lenguaje basado en silbidos que se denomina silbo. Utilizando un código compuesto de dos vocales y cuatro consonantes, que se silban en diferentes tonos, los pastores logran comunicarse a grandes distancias. Recientemente se llevó a cabo un estudio utilizando imágenes de resonancia magnética para comparar la actividad cerebral de cinco personas de habla española con la de cinco pastores que dominaban tanto el español como el silbo. Según indica el diario español El País, los investigadores descubrieron que cuando los pastores se comunican mediante silbidos, en su cerebro “se activan exactamente las mismas zonas implicadas en el lenguaje hablado”. En el artículo se cita lo que señaló uno de los expertos: “Esta investigación demuestra la versatilidad del cerebro humano en los modos de comunicación en los que se especializa”.

Aumentan los costos de traducción

En mayo de 2004 ingresaron en el seno de la Unión Europea diez nuevos países, ampliándose así el número de miembros a veinticinco. No obstante, dicha expansión ha traído consigo dificultades de tipo lingüístico que han provocado un aumento de los costos. Los veinte idiomas que se utilizan en los veinticinco estados se consideran oficiales, por lo que todos los documentos deben traducirse a cada uno de ellos. Según la revista francesa Valeurs Actuelles, “antes de la ampliación, la Comisión Europea tradujo 1.416.817 páginas [de texto] en 2003”; pero este número aumentará pronto. Con nueve idiomas adicionales, las posibles combinaciones de traducción (por ejemplo, del maltés al finlandés, o del estonio al griego) pasan de 110 a 380. Encontrar traductores e intérpretes cualificados resulta difícil. Según Robert Rowe, de los servicios de traducción de la Comisión Europea, el presupuesto para esta tarea —que en la actualidad es de 550 millones de euros— se disparará y “podría llegar a los 808 millones de euros”.

Humos dañinos

Las partículas de humo emitidas por el incienso y las velas encendidas podrían estar poniendo en peligro la salud de los clérigos y los fieles que pasan mucho tiempo en iglesias mal ventiladas, señala The Sydney Morning Herald. Un estudio llegó a la conclusión de que los niveles de partículas de humo en dos iglesias eran “hasta veinte veces superiores a lo que se considera seguro para la respiración según las normas europeas de contaminación”. Los niveles de polución eran similares a “los del aire al lado de carreteras por las que transitan 45.000 vehículos al día”. Uno de los autores del estudio advertía de que la exposición regular a este tipo de contaminación de interiores podría aumentar el riesgo de contraer enfermedades pulmonares, incluido el cáncer.

Monumento a los animales utilizados en las guerras

El rotativo The Times informa que en el centro de Londres se ha levantado “un monumento nacional a los animales que sirvieron, sufrieron y murieron junto con las fuerzas británicas y aliadas en guerras y conflictos a lo largo de los siglos”. El monumento consta de una escultura de bronce de un caballo, un perro y dos mulas cargadas, rodeados de un muro de piedra labrada con representaciones de otros animales que participaron en distintos conflictos bélicos. Por ejemplo, se calcula que en la I Guerra Mundial murieron 8.000.000 de caballos, así como un número incontable de mulas y asnos. Otro periódico, The Guardian, explica que durante aquella contienda los soldados utilizaron luciérnagas para leer los mapas de noche. Un extraordinario animal llamado Rob, conocido como el “perro paracaidista”, realizó más de veinte saltos en el norte de África e Italia. The Times también asegura que durante la I Guerra Mundial, un palomo llamado Cher Ami “entregó, sin fallar nunca, doce mensajes como mínimo”. No obstante, según cierta fuente, se calcula que en ese mismo conflicto murieron unas veinte mil palomas.