ARTÍCULO DE ESTUDIO 12

Interesémonos por los sentimientos de los demás

Interesémonos por los sentimientos de los demás

“Todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros” (1 PED. 3:8).

CANCIÓN 53 Animémonos unos a otros

AVANCE a

1. Como indica 1 Pedro 3:8, ¿por qué nos sentimos cómodos con quienes se interesan por nuestros sentimientos y bienestar?

 TODOS nos sentimos cómodos junto a quienes se interesan por nuestros sentimientos y bienestar. Estas personas se esfuerzan por ponerse en nuestro lugar y entender lo que pensamos y sentimos. Perciben nuestras necesidades y nos ofrecen su ayuda, a veces incluso antes de que la pidamos. Valoramos a quienes muestran empatía o comparten “sentimientos como compañeros”, b como dice 1 Pedro 3:8 (léalo).

2. ¿Por qué es posible que nos cueste mostrar empatía?

2 Todos los cristianos deseamos mostrar empatía. No obstante, tenemos que reconocer que quizás nos cuesta hacerlo. ¿Por qué? Una razón es que somos imperfectos y debemos luchar contra la tendencia innata a pensar sobre todo en nosotros mismos (Rom. 3:23). A algunos tal vez nos resulte difícil debido a nuestra crianza y a nuestro pasado. Y, por último, es posible que nos influya la actitud de la gente, pues en estos últimos días muchos no tienen en cuenta los sentimientos ajenos, sino que se aman a sí mismos (2 Tim. 3:1, 2). ¿Qué puede ayudarnos a superar estos obstáculos e interesarnos por los demás?

3. a) ¿Qué nos ayudará a mostrar más empatía? b) ¿Qué vamos a ver en este artículo?

3 Algo que nos ayudará a mostrar más empatía es imitar a Jehová y a su Hijo, Jesucristo. Jehová es el Dios de amor y nos pone el mejor ejemplo (1 Juan 4:8). Jesús reflejó a la perfección la personalidad de su Padre (Juan 14:9). Cuando estuvo en la Tierra, probó que los seres humanos son capaces de mostrar compasión. En este artículo, analizaremos primero cómo han mostrado Jehová y Jesús interés por los sentimientos de los demás y luego veremos cómo copiar su ejemplo.

EL EJEMPLO DE EMPATÍA DE JEHOVÁ

4. ¿Cómo demuestra Isaías 63:7-9 que a Jehová le importan los sentimientos de sus siervos?

4 La Biblia dice que a Jehová le importan los sentimientos de quienes le sirven. Por ejemplo, veamos cómo se sintió cuando los israelitas pasaron por dificultades. La Palabra de Dios dice: “Durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él” (lea Isaías 63:7-9). Tiempo después, Jehová dijo mediante el profeta Zacarías que, cuando maltrataban a su pueblo, era como si lo maltrataran a él. Les dijo a sus siervos: “El que los toca a ustedes está tocando el globo de mi ojo” (Zac. 2:8). ¡Qué imagen tan impactante del interés que siente Jehová por su pueblo!

Jehová se compadeció de los israelitas y los liberó de la esclavitud en Egipto. (Vea el párrafo 5).

5. Dé un ejemplo de lo que ha hecho Jehová para ayudar a sus siervos cuando sufren.

5 Cuando los siervos de Dios sufren, él no solo se compadece de ellos, sino que actúa para ayudarlos. Veamos un caso. Mientras los israelitas eran esclavos en Egipto, Jehová sintió su dolor, y eso lo motivó a liberarlos. Le dijo a Moisés: “Indisputablemente he visto la aflicción de mi pueblo [...] y he oído el clamor de ellos [...]; porque conozco bien los dolores que sufren. Y estoy procediendo a bajar para librarlos de la mano de los egipcios” (Éx. 3:7, 8). Como sentía compasión por ellos, los rescató de la esclavitud. Siglos más tarde, cuando estaban en la Tierra Prometida, los atacaron las naciones enemigas. ¿Cómo reaccionó Dios? La Biblia dice que “sentía pesar por el gemido de ellos” por culpa de quienes los oprimían y maltrataban. Una vez más, la empatía lo motivó a ayudarlos, y envió jueces para librarlos de sus enemigos (Juec. 2:16, 18).

6. Cuente un caso en el que Jehová tuvo en cuenta los sentimientos de alguien que estaba equivocado.

6 Jehová tiene en cuenta los sentimientos de sus siervos incluso cuando están equivocados. Veamos lo que le ocurrió al profeta Jonás. Dios lo envió a Nínive para proclamar un mensaje de condenación contra sus habitantes. Pero, como se arrepintieron, los perdonó. Esto molestó a Jonás, que “llegó a estar enardecido de cólera” porque su profecía no se había hecho realidad. Sin embargo, Jehová fue paciente con su profeta y lo ayudó a cambiar su modo de pensar (Jon. 3:10–4:11). Con el tiempo, Jonás entendió lo que había ocurrido, y Dios incluso hizo que pusiera por escrito su historia para nuestro provecho (Rom. 15:4). c

7. ¿Qué seguridad nos da lo que Jehová ha hecho por sus siervos?

7 Lo que Jehová hizo en estos y otros casos nos da la seguridad de que siente empatía por sus siervos. Está al tanto del dolor y los sufrimientos de cada uno de nosotros. Conoce bien “el corazón de los hijos de la humanidad” (2 Crón. 6:30). Comprende nuestros pensamientos y emociones más profundos, así como nuestras limitaciones. Y nos promete que no dejará que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar (1 Cor. 10:13). ¿No es verdad que nos consuela saber esto?

EL EJEMPLO DE EMPATÍA DE JESÚS

8-10. ¿Qué factores debieron contribuir al interés de Jesús por los demás?

8 Cuando Jesús estuvo en la Tierra, mostró un profundo interés por los demás. A ello debieron contribuir al menos tres factores. Primero, como ya vimos, reflejó a la perfección la personalidad de su Padre. Como Jehová, amaba a las personas. Aunque le causaban alegría todas las cosas que había ayudado a su Padre a hacer, sentía un cariño especial por los seres humanos (Prov. 8:31). El amor lo motivó a interesarse por los sentimientos de la gente.

9 Segundo, al igual que Jehová, Jesús podía leer los corazones de las personas, es decir, podía conocer sus motivos y sentimientos (Mat. 9:4; Juan 13:10, 11). Por tanto, cuando se daba cuenta de que se sentían tristes y abatidas, la empatía lo movía a consolarlas (Is. 61:1, 2; Luc. 4:17-21).

10 Tercero, Jesús mismo experimentó algunos problemas que tenía la gente. Por ejemplo, parece ser que creció en una familia pobre. Como trabajó con su padre adoptivo, José, aprendió a hacer trabajos que exigían esfuerzo físico (Mat. 13:55; Mar. 6:3). Y probablemente sintió el dolor de perder a un ser querido, pues José debió morir algún tiempo antes de que Jesús comenzara su ministerio. Además, supo lo que era tener familiares que no compartían sus creencias (Juan 7:5). Estas y otras circunstancias lo ayudaron a comprender los problemas y los sentimientos de la gente común.

Con compasión, Jesús aleja de la gente a un sordo y lo sana. (Vea el párrafo 11).

11. ¿En qué casos se vio en especial la empatía de Jesús? (Vea el dibujo de la portada).

11 La empatía de Jesús se vio en especial en sus milagros. No los hizo solo por obligación, sino porque sentía compasión por los que sufrían (Mat. 20:29-34; Mar. 1:40-42). Por ejemplo, imaginemos sus sentimientos cuando se llevó lejos de la gente a un hombre sordo para curarlo o cuando resucitó al único hijo de una viuda (Mar. 7:32-35; Luc. 7:12-15). Jesús se puso en el lugar de estas personas y sintió el deseo de ayudarlas.

12. Según Juan 11:32-35, ¿cómo mostró Jesús empatía hacia Marta y María?

12 Cuando murió Lázaro, Jesús mostró empatía hacia sus hermanas, Marta y María. Al ver su dolor, “cedió a las lágrimas” (lea Juan 11:32-35). No lloró solo porque ya no disfrutaría la compañía de su buen amigo. Al fin y al cabo, sabía que lo iba a resucitar. Lloró porque le dolía ver sufrir a sus queridas amigas.

13. ¿Por qué nos anima aprender sobre la empatía que mostró Jesús?

13 A diferencia de Jesús, nosotros no somos perfectos. Pero nos beneficia mucho aprender sobre la empatía que él mostró. Y lo amamos por cómo trató a las personas (1 Ped. 1:8). Nos anima saber que ahora es Rey del Reino de Dios y que pronto va a eliminar todo el sufrimiento. Como él mismo fue un ser humano, es el más indicado para sanar todas las heridas que nos ha causado el gobierno de Satanás. Qué felices nos sentimos de tener a un Rey que puede “condolerse de nuestras debilidades” (Heb. 2:17, 18; 4:15, 16).

IMITEMOS EL EJEMPLO DE JEHOVÁ Y JESÚS

14. En vista de lo que dice Efesios 5:1, 2, ¿qué nos sentimos impulsados a hacer?

14 Cuando analizamos el ejemplo de Jehová y Jesús, nos sentimos impulsados a mostrar más empatía (lea Efesios 5:1, 2). Es cierto que nosotros no podemos leer el corazón de la gente, pero sí podemos intentar comprender sus emociones y necesidades. (2 Cor. 11:29). A diferencia del mundo egoísta en el que vivimos, tratamos de hacer lo que dijo Pablo: “No vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás” (Filip. 2:4).

(Vea los párrafos 15 a 19). d

15. ¿Quiénes en especial tienen que mostrar empatía?

15 En especial, los ancianos de congregación tienen que mostrar empatía. Saben que le van a rendir cuentas a Jehová por cómo tratan a las ovejas que él les ha encomendado (Heb. 13:17). A fin de ayudar a sus hermanos, tienen que ser comprensivos. ¿Cómo lo demuestran?

16. ¿Qué hacen los ancianos comprensivos, y por qué es eso importante?

16 Los ancianos comprensivos les dedican tiempo a sus hermanos. Les hacen preguntas y los escuchan con atención y paciencia. Esto es de particular importancia si una de las queridas ovejas de Jehová quiere abrirles su corazón pero no encuentra las palabras adecuadas (Prov. 20:5). Cuando los ancianos están dispuestos a dedicarles tiempo a los hermanos, se forman entre ellos fuertes vínculos de confianza, amistad y amor (Hech. 20:37).

17. ¿Qué es lo que más valoran de los ancianos muchos hermanos? Dé un ejemplo.

17 Muchos hermanos dicen que lo que más valoran de los ancianos es su interés por los sentimientos de los demás. ¿Por qué? Adelaide dice: “Te resulta más fácil hablar con ellos, pues sabes que te comprenderán”. Añade: “Te das cuenta de que se ponen en tu lugar por su manera de reaccionar cuando les hablas”. Y un hermano recuerda con gratitud: “Mientras le contaba a un anciano un problema, los ojos se le llenaron de lágrimas. Jamás olvidaré esa imagen” (Rom. 12:15).

18. ¿Cómo podemos demostrar empatía?

18 Por supuesto, todos podemos demostrar empatía, no solo los ancianos. ¿De qué maneras? Tratemos de comprender los problemas por los que están pasando nuestros familiares y hermanos cristianos. Interesémonos en los jóvenes, los enfermos, los de edad avanzada y los que han sufrido la pérdida de un ser querido. Preguntémosles cómo están y prestemos atención a lo que nos respondan. Hagamos que sientan que de verdad comprendemos por lo que están pasando. Y ofrezcámonos a ayudarlos en lo que esté en nuestra mano. Cuando hacemos esto, demostramos amor de verdad (1 Juan 3:18).

19. ¿Por qué debemos ser flexibles cuando tratemos de ayudar a otros?

19 Cuando tratemos de ayudar a otros, tenemos que ser flexibles, pues no todas las personas reaccionan igual ante los problemas. A algunos no les cuesta nada hablar, mientras que otros son más reservados. Así pues, aunque deseamos ayudarlos, no les haremos preguntas que los incomoden (1 Tes. 4:11). Incluso cuando alguien nos cuenta sus sentimientos, puede ocurrir que no estemos de acuerdo con lo que dice. Pero tenemos que entender que así es como él se siente. Por lo tanto, debemos ser prestos para escuchar y lentos para hablar (Mat. 7:1; Sant. 1:19).

20. ¿Qué veremos en el siguiente artículo?

20 Además de mostrar empatía en la congregación, debemos hacerlo en el ministerio. ¿Cómo mostrar esta preciosa cualidad cuando predicamos y hacemos discípulos? Lo veremos en el siguiente artículo.

CANCIÓN 35 Aprendamos a perdonar

a Jehová y Jesús se interesan por los sentimientos de las personas. Este artículo analizará lo que podemos aprender de su ejemplo, por qué es importante que demostremos ese mismo interés y cómo podemos hacerlo.

b IDEA IMPORTANTE: Mostrar empatía o compartir “sentimientos como compañeros” significa intentar comprender lo que otras personas sienten y procurar sentir lo mismo que ellas (Rom. 12:15).

c Jehová también mostró compasión a otros siervos fieles que sintieron temor o desánimo. Algunos de ellos fueron Ana, Elías y Ébed-mélec (1 Sam. 1:10-20; 1 Rey. 19:1-18; Jer. 38:7-13; 39:15-18).

d DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Las reuniones nos ofrecen muchas oportunidades de mostrar interés y amor a los demás. En este Salón del Reino, vemos 1) a un anciano hablar con afecto con un joven publicador y su madre, 2) a un padre y su hija acompañar a una hermana mayor hasta el automóvil y 3) a dos ancianos escuchar con atención a una hermana que les ha pedido ayuda.