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Aprenden a ganarle la batalla al fuego

Aprenden a ganarle la batalla al fuego

“¡Fuego, fuego!”, gritó Sandra. Estaba desayunando en casa de sus suegros cuando vio que salían llamas por debajo de la puerta de una cabaña que había al lado de la casa. Ella y su esposo, Thomas, reaccionaron de inmediato. Mientras Sandra fue a buscar el extintor, Thomas fue a ver qué estaba ocurriendo. Rápidamente, ella le dio el extintor, y él apagó el fuego. Ella cuenta: “Si no hubiéramos hecho nada, toda la cabaña se habría quemado”.

¿Qué ayudó a Thomas y a Sandra a mantener la calma y actuar con decisión? Ellos, junto con otras mil personas que trabajan en la sucursal de los testigos de Jehová en Selters (Alemania), han aprendido a actuar en caso de incendio.

La propiedad de Selters ocupa un terreno de 30 hectáreas (70 acres) y, además de oficinas y habitaciones, tiene una lavandería, una imprenta y varios talleres, que son zonas de alto riesgo de incendio. Por eso, el Departamento de Seguridad y Medioambiente de la sucursal diseñó un programa de seguridad contra incendios. Primero, el Equipo de Emergencias tiene sesiones de práctica con el cuerpo de bomberos de la localidad. Y, segundo, todos los voluntarios de la sucursal hacen lo siguiente:

  • Participan en simulacros de evacuación.

  • Toman cursos de seguridad contra incendios.

  • Aprenden a apagar incendios en etapas iniciales.

De esta manera, los voluntarios adquieren habilidades que son indispensables en caso de emergencia.

Aprenden a apagar incendios de forma segura

Durante las sesiones de práctica, se explica cómo apagar incendios de forma segura. Veamos lo que nos cuenta Christin. La última vez que le habían hablado sobre seguridad contra incendios fue en la escuela primaria. Ella nos cuenta lo que hizo en un simulacro en la sucursal. Dice: “Tomé el extintor, le quité el seguro y me acerqué al fuego con el viento a mi favor para que las llamas no me alcanzaran. Luego, lo apagué yo sola. También aprendí a apagar un incendio con un equipo de cuatro o cinco personas”.

Daniel, quien es instructor de seguridad contra incendios en la sucursal, dice que las sesiones de práctica ayudan a “perderle el miedo al fuego”. También explica que “las personas casi siempre se paralizan cuando ven fuego. Les da miedo y se preguntan: ‘¿Y ahora qué hago? ¿Cómo se usa un extintor?’. Pero si saben qué hacer, podrán evitar que unas cuantas llamas crezcan hasta convertirse en un gran incendio”. Él comenta que en las sesiones “aprenden a usar bien el extintor en caso de emergencia y a apagar un fuego. Se sienten más seguros y pierden el miedo para actuar cuando es necesario”.

El programa da buenos resultados

Muchos están agradecidos por el programa de capacitación. Christin, mencionada antes, reconoce: “Fue la primera vez que usé un extintor. Creo que todos deberían recibir una capacitación como esta”. Nadja, que es voluntaria a tiempo parcial en la sucursal y también trabaja en un aeropuerto, dice: “Durante los últimos diez años, en el aeropuerto solo me han dado clases teóricas de seguridad contra incendios. Pero la capacitación práctica que da la sucursal me ha ayudado a sentirme más segura. Si hubiera un incendio, sabría qué hacer”.

Sandra piensa que la capacitación que recibió en la sucursal la ayudó a reaccionar rápido cuando estaba en casa de sus suegros. Ella dice: “Ya no me da tanto miedo usar un extintor”. Y añade: “Recibir la capacitación cada año es muy bueno. Me ha ayudado muchísimo”.

Sesiones de práctica con el cuerpo de bomberos

El cuerpo de bomberos tiene sesiones de práctica en la sucursal con frecuencia. El jefe del cuerpo de bomberos, Theo Neckermann, explica por qué: “Nos encargamos del municipio de Selters, un área rural. Por lo general, atendemos las emergencias de incendios en casas o apartamentos. Las instalaciones de la sucursal son únicas en la región porque el terreno es muy grande, los edificios son inmensos y el trabajo que se hace es de tipo industrial. Necesitamos más preparación para atender emergencias en este lugar. Así que nos sentimos contentos y agradecidos de poder practicar aquí”.

Los más de cien miembros del Equipo de Emergencias de la sucursal hacen simulacros de evacuación y operaciones de rescate junto con el cuerpo de bomberos. El señor Neckermann dice: “Admiro a su Equipo de Emergencias. Sin su ayuda, los simulacros y las operaciones de rescate en caso de incendio no saldrían tan bien”.

Se demuestra lo peligroso que es tratar de apagar con agua un incendio provocado por aceite.

El cuerpo de bomberos y el Equipo de Emergencias demostraron sus habilidades una noche de febrero de 2014. Un apartamento en uno de los edificios de residencias de la sucursal se llenó de humo. Daniel, mencionado antes, recuerda: “Había tanto humo que ni siquiera podíamos ver lo que estaba enfrente de nosotros”. Luego añade: “Inmediatamente llamamos al cuerpo de bomberos y empezamos a evacuar los 88 apartamentos. Cuando llegaron los bomberos, ya habíamos desalojado todo el edificio”. El señor Neckermann dice: “No me imagino cómo sería evacuar un edificio tan grande y en tan poco tiempo en una ciudad como Frankfurt. Ustedes fueron muy disciplinados, y su Equipo de Emergencias estuvo genial”. Los bomberos localizaron el problema y lo solucionaron. No hubo heridos ni daños graves.

En la sucursal de Selters esperan que nunca haya un incendio. Pero, si lo hubiera, los voluntarios están capacitados para hacerle frente porque han aprendido a ganarle la batalla al fuego.