Ir al contenido

Ir al índice

AYUDA PARA LAS FAMILIAS | LOS JÓVENES

Volver a vivir con tus padres

Volver a vivir con tus padres

EL PROBLEMA

Hay algunos adultos jóvenes que se fueron de casa, trataron de independizarse, pero tuvieron problemas económicos que los obligaron a regresar con sus padres. ¿Te ha ocurrido eso a ti?

Aunque quieras mucho a tus padres, volver a vivir en su casa puede ser difícil. Por ejemplo, una mujer joven llamada Sara * dijo: “Vivir por mi cuenta aumentó mi autoestima, ya no dependía de nadie. Pero al regresar a casa, me sentí de nuevo como una niña”. Un joven llamado Ricardo sintió lo mismo. “No quería regresar con mis padres —comenta—, pero no tenía dinero. Sentí que había fracasado.”

Si estás pasando por algo similar, este artículo puede ayudarte a superar la situación.

LAS CAUSAS

Problemas económicos. Muchos jóvenes se sorprenden al darse cuenta de lo cara que es la vida. Ricardo, mencionado antes, comenta: “Me gasté todos mis ahorros tratando de vivir por mi cuenta”. Algo parecido le ocurrió a Sandra, una mujer joven que se independizó a los 24 años y regresó con sus padres un año y medio después. “Tendría que haberme administrado mejor —comenta—. Me fui de casa sin ahorros y regresé con deudas.” *

Desempleo. Perder el empleo puede desbaratar hasta los mejores planes para independizarse. Eso es lo que le pasó a Sandra. “Cuando terminé un curso en el campo de la medicina, una agencia de empleos me ayudó a encontrar trabajo. Pero cuando lo perdí, no supe qué hacer. En la zona rural donde vivía no había ofertas de empleo para alguien con mi capacitación.”

Expectativas poco realistas. Algunos jóvenes adultos entran en el mundo laboral sin la preparación necesaria para mantener un empleo. A veces el trabajo es más difícil de lo que se habían imaginado. Se dan cuenta de que esa independencia con la que tanto habían soñado está muy lejos de ser ideal. Nunca pensaron que la vida adulta sería tan dura.

¿QUÉ PUEDES HACER?

Habla con tus padres sobre tu regreso. ¿Cuánto tiempo piensas quedarte? Mientras vivas con ellos, ¿cómo ayudarás con los gastos de la casa? ¿De qué tareas del hogar te encargarás? ¿Qué harás para recuperar tu independencia económica? Sin importar tu edad, recuerda que vives en casa de tus padres y deberás seguir sus reglas. (Texto bíblico clave: Éxodo 20:12.)

Aprende a administrar tu dinero. El libro The Complete Guide to Personal Finance: For Teenagers and College Students (Manual completo para administrarse: dedicado a adolescentes y universitarios) dice: “La forma de gastar tu dinero indica si podrás o no tener éxito con tus finanzas personales. [...] Es vital que entiendas que no debes comprar lo que no necesitas”. (Texto bíblico clave: Lucas 14:28.)

Pide consejo. Tus padres y otros adultos pueden enseñarte a ahorrar, a hacer un presupuesto y a pagar tus deudas. “Tuve que aprender lo básico”, comenta María, una mujer joven. “Una amiga me ayudó a hacer una lista con mis gastos. ¡No podía creerlo, casi todo era innecesario! También aprendí que es indispensable ser disciplinado cuando vives solo.” (Texto bíblico clave: Proverbios 13:10.)

Lo más importante no es el tipo de trabajo que tengas, sino ser bueno en tu trabajo

Busca trabajo. El tiempo que pasarías trabajando, ahora úsalo para buscar empleo. Una advertencia: habrá quien te diga: “Sigue tras tus sueños”. Pero si buscas el trabajo de tus sueños, tendrás muy pocas opciones y quizás hasta pases por alto una buena oferta de empleo. En vez de buscar la ocupación ideal, no te cierres a otras oportunidades. Piensa que lo más importante no es el tipo de trabajo que tengas, sino ser bueno en tu trabajo. De hecho, quienes se hacen hábiles disfrutan más de su empleo. No tienes por qué hacer lo que te gusta para que te guste lo que haces.

^ párr. 5 Se han cambiado los nombres.

^ párr. 8 Los estudiantes universitarios de Estados Unidos suelen pasar por los mismos apuros. Según un informe de The Wall Street Journal, al terminar su carrera, un estudiante debe, como promedio, 33.000 dólares por préstamos universitarios.