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“La verdad los libertará”

“La verdad los libertará”

“La verdad los libertará”

ESA afirmación de Jesucristo, que la Biblia recoge en Juan 8:32, es una realidad inmutable. La verdad bíblica nos libera de supersticiones y costumbres que nos hacen daño y desagradan a Dios. A continuación se relata cómo gracias a esta verdad, personas de diferentes países se han visto libres de tradiciones navideñas que representan una pesada carga.

La verdad bíblica los libertó

Argentina “Nuestra familia se ha liberado de los problemas derivados de comer y beber en exceso, así como de gastar dinero en regalos que no podíamos permitirnos”, cuenta Oscar.

Mario experimentó una gran sensación de libertad cuando descubrió lo que él llama “la mentira de la Navidad”. “Ahora tengo la satisfacción de expresar mi aprecio a otros por medio de regalos en cualquier época del año y cuando mi presupuesto me lo permite.”

Canadá “Me encanta dar y recibir regalos —escribe Elfie—. Pero no me gusta hacerlo por obligación. Para nosotros, dejar de celebrar la Navidad fue como si nos hubieran dado vacaciones.”

Ulli, una de las hijas de Elfie, recuerda: “Después que mis padres dejaron de celebrar la Navidad, empezaron a sorprendernos con actividades divertidas o regalos en cualquier momento del año, y eso nos encantaba. Cuando los compañeros de clase nos preguntaban qué estábamos celebrando, les contestábamos con orgullo que nada, que nuestros padres simplemente nos habían querido hacer un regalo. A pesar de todo, a nuestros padres no les resultó fácil empezar a vivir de acuerdo con los principios bíblicos, porque significó oposición y presión familiar. Pero ellos se mantuvieron firmes. Ver lo decididos que estaban a adorar a Jehová de la forma que a él le agrada tuvo una gran influencia en mí”.

Silvia cuenta que, para ella, dejar de celebrar la Navidad fue un alivio. “A partir de entonces me sentí muy bien. Sabía que estaba complaciendo a Jehová y eso era mucho mejor que miles de celebraciones de Navidad”.

Kenia Peter relata: “Cuando celebraba la Navidad, pedía mucho dinero prestado para poder comprar regalos y pagar comidas espléndidas. Por supuesto, eso significaba trabajar horas extra, algo que me separaba de mi familia. Me alegré muchísimo de librarme de todo aquello”.

Carolyne explica: “Doy y recibo regalos de mi familia y amigos sin importar la fecha. Creo que esos regalos inesperados, que se dan de todo corazón, son los mejores”.

Japón “Nuestros hijos —señalan Hiroshi y Rie— no han caído en la trampa de dar por sentado que van a recibir regalos. Como padres, nos hace felices ver que comprenden que dar es algo que debe provenir del corazón.”

Keiko recuerda: “En nuestra familia celebrábamos la Navidad. Tras asegurarnos de que nuestro hijo estaba dormido, mi esposo y yo le dejábamos un regalo al lado de la cama. A la mañana siguiente le decíamos: ‘Como has sido un buen niño, Santa Claus te trajo un regalo’. Cuando aprendí la verdad sobre la Navidad y se la enseñé a mi hijo, se echó a llorar desconsolado. En aquel momento me di cuenta de que la Navidad no es tan hermosa como la pintan; más bien, es una mentira, y al repetir esa mentira había traicionado a mi hijo”.

Filipinas Dave dice: “No es fácil expresar sobre el papel la alegría que Jehová nos da mediante las verdades puras que se encuentran en la Biblia. En nuestra familia nos hacemos regalos unos a otros sin esperar nada a cambio; damos desde el corazón”.

Las personas citadas son solo algunas de los millones que han aprendido por experiencia propia que la verdad bíblica libera a la gente. Y hay algo más importante aún: si vivimos de acuerdo con esa verdad, alegramos el corazón de Jehová (Proverbios 27:11). Jesucristo dijo: “los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren” (Juan 4:23). Cuando Dios mira en su corazón, ¿ve a alguien que anhela la verdad? Esperamos que la respuesta sea un rotundo ¡Sí!

[Ilustración de la página 9]

Los cristianos hacen regalos por amor y en cualquier época del año