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De nuestros lectores

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Consuelo para los enfermos Les agradezco la serie de artículos “Consuelo para los enfermos” (22 de enero de 2001). Hace cuatro años tuve un accidente, y muchas veces hubiera preferido haberme muerto. Mi pérdida de memoria es enorme, lo que me ha traído incontables días de angustia. Fue reconfortante leer el reportaje.

T. M., Japón

Desde los 15 años he estado lidiando con la dolorosa artritis reumatoide. La información me hizo ver que debo aprender a confiar más en Jehová, “una plaza fuerte en el día de la angustia” (Nahúm 1:7).

Y. F. R., Colombia

Soy evangelizadora de tiempo completo. Poco después de mudarme para servir en otro lugar, me enteré de que tenía diabetes. Fue maravillosa la descripción que hicieron del torbellino de emociones en que se sume quien padece una enfermedad crónica. Los artículos me ayudaron a revaluar mi situación de forma más equilibrada y a hacer ajustes en mi estilo de vida.

L. A., Italia

Aunque no estamos enfermos, las ideas fundamentales de los artículos nos han sido muy útiles para afrontar un problema diferente. Como tantas veces, la revista fue la respuesta a una oración.

R. P. y L. P., Sri Lanka

Hace unas pocas semanas me diagnosticaron un carcinoma en el hígado. Os podéis figurar el impacto que supuso para mí, pues hasta ese momento me consideraba bastante sano. Hoy mismo llegó a mis manos la revista del 22 de enero, y he devorado la información. Aunque me he visto retratado con todas mis dudas, pensamientos y emociones, los artículos también plantean el lado positivo.

J. E., España

Experiencia de la vida real Escribo sobre el conmovedor relato de Bill y Rose Meiners, “Al mal tiempo, buenas metas” (22 de enero de 2001). Es animador enterarse de su perseverancia por más de medio siglo. Estas biografías llegan a lo más profundo del corazón. Quisiera que Bill y Rose supieran que los menciono por nombre en mis oraciones.

V. G., Italia

Para quienes disfrutamos de buena salud, la historia de este hombre que ha luchado contra la enfermedad por más de cincuenta años es sumamente alentadora. Me hizo comprender que, como mujer sana, debo tener en alta estima mi salud y emplear la vida a plenitud.

P. V., República Checa

Tengo a mi madre enferma desde hace casi veinte años. Se encuentra ahora mismo al borde de la desesperación y preguntándose por qué no puede tener al menos un poco de alivio. El artículo se lo leí a ella, pero a mí también me ayudó. Ahora comprendo por qué casi siempre está deprimida.

G. O. A., Nigeria

Bill y Rose, como tantas personas que soportan enfermedades graves, son muy valientes. Creo que quienes llevamos una carga mucho más liviana podemos aprender de su ejemplo. Bill y Rose, ¡no pierdan el ánimo! ¡Son un modelo para todos!

I. S., Alemania

Adolescentes que salen en parejas Tengo 15 años y disfruté del artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Y si mis padres creen que soy demasiado joven para salir con alguien?” (22 de enero de 2001). Las chicas de la escuela me preguntan si soy lesbiana, pues no salgo con muchachos. Acostumbraba decirles que mis padres no me lo permitían, pero siempre quise darles una mejor respuesta. Ahora que he leído el artículo, sé cómo contestar sus preguntas. Muchas gracias por pensar en nosotros, los adolescentes.

C. G., Estados Unidos