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La salud física

La salud física

La Biblia no es un libro de medicina, pero promueve la buena salud. Analicemos algunos principios bíblicos que pueden mejorar nuestra salud.

TENER BUENOS HÁBITOS

PRINCIPIO BÍBLICO: “Nadie ha odiado jamás su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida con cariño” (Efesios 5:29).

QUÉ SIGNIFICA. Este principio bíblico nos anima a hacer lo posible por cuidar nuestra salud. Hay estudios que demuestran que muchos problemas de salud están relacionados con los malos hábitos. Por lo tanto, tener buenos hábitos mejora nuestra salud.

QUÉ PUEDE HACER

  • Cuidar la alimentación. Esfuércese por comer alimentos saludables y beber suficiente agua.

  • Mantenerse activo. Sin importar la edad que tenga, la actividad física puede mejorar su salud, aunque sufra una discapacidad o una enfermedad crónica. Sus familiares o algún profesional de la salud pueden ayudarlo a hacer ejercicio, pero al final todo depende de usted.

  • Dormir lo suficiente. Muchas personas duermen menos de lo necesario porque deciden usar sus horas de descanso para hacer otras cosas. Tener esa costumbre puede provocar enfermedades graves. Por eso, dormir lo suficiente hará que se sienta mejor.

DEJAR LOS MALOS HÁBITOS

PRINCIPIO BÍBLICO: “Limpiémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu” (2 Corintios 7:1).

QUÉ SIGNIFICA. Tendrá mejor salud si no contamina su cuerpo con sustancias dañinas como el tabaco, conocido por ser una de las principales causas de enfermedad y muerte.

QUÉ PUEDE HACER. Fije una fecha para dejar de fumar, anótela en su calendario y dígaselo a quienes sabe que lo apoyarán. Antes de ese día, deshágase de todos los cigarrillos, ceniceros, encendedores o cualquier otra cosa relacionada con ese mal hábito. No vaya a lugares donde la gente fuma.

OTROS PRINCIPIOS BÍBLICOS

Si desea obtener una Biblia impresa, póngase en contacto con un testigo de Jehová de su localidad.

SER PRUDENTE

“Si construyes una casa, tienes que hacer un muro pequeño que rodee la azotea. De ese modo, si alguien se cae de ahí, los de tu casa no serán culpables de derramar sangre” (DEUTERONOMIO 22:8).

MANTENER LA CALMA

“El que es paciente tiene mucho discernimiento, pero el impaciente exhibe su tontedad” (PROVERBIOS 14:29).

NO COMER DEMASIADO

“No estés entre [...] los que se dan un atracón” (PROVERBIOS 23:20).