Eclesiastés 11:1-10

11  Echa* tu pan a las aguas,+ que después de muchos días lo volverás a encontrar.+  Comparte lo que tienes con siete, o hasta con ocho,+ pues no sabes qué desastre* sucederá en la tierra.  Si las nubes están cargadas, derramarán lluvia sobre la tierra; y, si un árbol cae hacia el sur o hacia el norte, donde caiga, ahí se quedará.  El que observa el viento no sembrará y el que mira las nubes no cosechará.+  Así como no sabes cómo actúa el espíritu en los huesos del bebé que crece dentro* de una mujer embarazada,+ tampoco conoces la actividad del Dios verdadero, quien hace todas las cosas.+  Siembra tu semilla por la mañana, y que no descansen tus manos hasta el atardecer;+ pues no sabes cuál dará buenos resultados, esta o aquella, o si las dos serán buenas.  La luz es dulce, y es agradable para los ojos ver el sol.  Si un hombre vive muchos años, que disfrute de todos ellos.+ Pero que recuerde que tal vez sean muchos los días oscuros; todo lo que está por venir es en vano.+  Joven, disfruta de tu juventud, y que tu corazón esté feliz mientras seas joven. Sigue los caminos de tu corazón y vete adonde te lleven tus ojos. Pero quiero que sepas que el Dios verdadero te llamará a juicio* por todo eso.+ 10  Así que saca de tu corazón las preocupaciones y aleja de tu cuerpo* las cosas que hacen daño, porque la juventud y la flor de la vida son pasajeras.*+

Notas

O “Envía”.
O “calamidad”.
Lit. “los huesos en el vientre”.
O “te pedirá cuentas”.
Lit. “carne”.
O “vanas”.

Notas de estudio

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